Asimismo, han sido intervenidos 4.353 kilogramos de hachís que habían sido introducidos por las costas de Málaga y Cádiz. Según detalla la Benemérita en una nota, en el transcurso de sendas operaciones se han intervenido dos embarcaciones, varios vehículos, teléfonos satélites, radares marítimos, escáner para la interceptación de frecuencias y un gran número de teléfonos móviles. En la denominada ‘operación Casasol’, la Guardia Civil ha detenido a diez supuestos integrantes de la organización y se ha intervenido 2.353 kilos de hachís, siete vehículos –uno de ellos sustraído– y una embarcación semirrígida, entre otros efectos. Asimismo, se han practicado diferentes registros domiciliarios en las localidades malagueñas de Estepona, Casares y Manilva. La operación se inició en septiembre del pasado año, cuando la Guardia Civil intervino 690 kilogramos de hachís almacenado en un trastero de una urbanización de Casares. Fruto de esta intervención, los agentes establecieron un dispositivo sobre un grupo de personas que podría estar dedicándose a la introducción de hachís y comprobaron que habían adquirido una embarcación la cual fue trasladada hasta una finca de Los Barrios (Cádiz) para ser acondicionada y escondida con la intención de ser utilizada a la hora de transportar el hachís vía marítima. Asimismo, la red disponía de un vehículo todoterreno para transportar el hachís desde la playa hasta una urbanización donde disponían de un trastero para guardar la droga. Posteriormente, los agentes pudieron constatar que la estructura de la organización tenía una actividad concreta que era ofrecer a narcotraficantes de «entidad» sus servicios. Dichos servicios consistían en la gestión del transporte vía marítima de la mercancía desde Marruecos hasta la costa española, la introducción de la misma por la playa, el transporte por tierra hasta un lugar seguro y la custodia hasta la entrega a los destinatarios Como consecuencia de la primera intervención realizada por la Guardia Civil, la organización adoptó medidas de seguridad e incluso llegó a no operar durante un tiempo hasta febrero de este año. Fue entonces cuando volvieron a introducir un alijo por la playa de Sabinillas (Málaga), donde los agentes intervinieron 55 fardos que contenían 1.663 kilos de hachís y procedió la detención de todos los integrantes. Entre los detenidos hay dos miembros de la Guardia Civil que presuntamente se encargaban presuntamente de dar cobertura y seguridad durante el alijo del hachís.ALIJO EN CÁDIZ En otra operación la Guardia Civil ha evitado la introducción por la zona costera de Chiclana (Cádiz) de 62 bultos envueltos en sacos de arpillera que contenían más de 2.000 kilogramos de hachís, deteniendo a seis personas e imputando a dos más. Asimismo, se ha intervenido una embarcación y dos vehículos, uno de los cuales figuraba como sustraído desde 2012 Los hechos ocurrieron cuando los agentes que operaban en el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) detectaron una embarcación que navegaba de manera sospechosa con rumbo al interior de los caños de Chiclana, concretamente al de Carboneros. Ante la posibilidad de que se tratase de un desembarco de droga se estableció un dispositivo al objeto de identificar y detener a los autores de la importación de la droga. Una vez detenidos los ocupantes de la embarcación e interceptada la embarcación, los agentes procedieron a la detención de otras dos personas que se hallaban escondidas a la espera de recibir el alijo y habían sido detectadas por el helicóptero de la Guardia Civil. En la operación ha participado una embarcación del Servicio Marítimo Provincial de Cádiz y un helicóptero de la Unidad Aérea con base en Rota y diversas unidades pertenecientes al Puesto Principal de Chiclana. Los detenidos, la droga y los efectos intervenidos han sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de los de Chiclana de la Frontera.