Iberdrola continúa implantando soluciones para promover la convivencia de las instalaciones renovables, una de las bases de la transición energética, y los ecosistemas en los que se desarrollan. La compañía ha puesto en marcha dos iniciativas en varios parques eólicos para mejorar la visibilidad de sus aerogeneradores y disuadir de la presencia a determinadas especies de aves de la zona de influencia de los proyectos. Las soluciones están basadas en estudios de centros de investigación noruegos y experiencias en aeropuertos franceses.
Una de las iniciativas ha consistido en pintar de negro una de las tres palas de varios generadores en los parques eólicos de Cavar (111 MW) en Navarra; y Zorreras (20 MW) en Zahara de los Atunes, Cádiz, Andalucía. El proyecto, que se desplegará en otras instalaciones eólicas de la compañía, se basa en un estudio publicado por el Instituto Noruego de Investigaciones sobre la Naturaleza, que cifra en un 70% la reducción del avistamiento de aves tras la aplicación de esta medida. La solución proporciona un mayor contraste entre las palas y las hace más visibles para las aves.
Estos trabajos de adaptación de los aerogeneradores se han realizado a unos 100 metros de altura, con los aerogeneradores ya montados, e incluyen el lijado de las palas, su limpieza y el pintado, que se realiza en condiciones meteorológicas de poco viento y ausencia de precipitaciones, para garantizar la seguridad de los profesionales especializados en el mantenimiento y operación de aerogeneradores. Cada pala, por ejemplo, de los aerogeneradores de Cavar tiene una longitud de 65 metros y alcanza hasta los 14 metros de ancho, por lo que el pintado puede prolongarse durante una semana.
Más de 60 torres viniladas en 7 parques eólicos para evitar el acercamiento de las rapaces
La segunda de las iniciativas ha consistido en marcar las torres de los molinos eólicos con dos vinilos en forma de ojos, que simulan una mirada fija. Estos círculos concéntricos miden un metro de diámetro y se han colocado a una altura de entre 3,5 y 4 metros en la base de los aerogeneradores. Se ha comprobado que la colocación de estas figuras negras sobre la base blanca de las torres del aerogenerador evita el acercamiento de las rapaces.
Esta solución se ha puesto en marcha en siete parques eólicos en Burgos y ha supuesto el vinilado de más de 60 aerogeneradores, distribuidos entre los parques de Ballestas-Casetona, Cotera, Páramo Vega, Urbel del Castillo, Valdeporres, Viñas y Fuente Blanca. El proyecto no representa ninguna modificación en la estructura de los aerogeneradores, ni en los sistemas de funcionamiento ni en la producción eléctrica de los parques.
Se prevé la instalación de estos vinilos en otros seis parques eólicos en la provincia de Burgos y se estudiará el desarrollo en otros emplazamientos.
Este método ha sido probado en el aeropuerto Lourdes-Tarbes-Pyrénnés en el suroeste de Francia, y ha demostrado ser el más eficiente para ahuyentar a las aves con una disminución del 65% en el número de rapaces observadas en las zonas del aeropuerto donde se colocaron los vinilos.
Energía competitiva y equilibrio medioambiental
Iberdrola tiene plenamente integrada en su estrategia la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas, demostrando que el suministro de energía competitiva, limpia y sostenible puede convivir de manera eficaz con el equilibrio del medio ambiente.
La compañía prevé alcanzar la pérdida neta nula de biodiversidad en 2030, apostando por el impacto neto positivo en los nuevos desarrollos de infraestructuras. En este sentido, ha realizado más de 1.450 acciones de protección a la biodiversidad en los último tres años, combinando la instalación de proyectos renovables con la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas, cuidando flora, fauna y patrimonio natural.
Entre otras iniciativas para alcanzar metas sostenibles se encuentra la reforestación, con la puesta en marcha del Programa Árboles, que llevará a Iberdrola a plantar 20 millones de árboles hasta el final de la década, con los que capturará aproximadamente seis millones de toneladas de CO2.