La tasa turística, cuya aplicación o no ha sido un arduo debate entre empresarios y administración desde hace años, verá la luz con los nuevos presupuestos de la Generalitat de Cataluña. El proyecto de este nuevo impuesto acompaña al de las cuentas catalanas que hoy ha presentado el consejero de Economía y Conocimiento Andreu Mas-Colell. Según los primeros documentos, será un gravamen que se cobrará a todos (indiferentemenete de su nacionalidad) los que pernocten en hoteles, apartamentos turísticos, casas rurales, campings e incluso cruceros. Los turistas tendrán que pagar tres euros en los hoteles de cinco estrellas, dos euros en los de cuatro y un euro en el resto de establecimientos. El dinero recaudado con este nuevo impuesto irá destinado al Fondo para el Fomento del Turismo, de nueva creación. Se trata de una caja común con la que se pagarán acciones de promoción turística, de fomento de imagen de Cataluña e incluso infraestructuras que favorezcan el turismo. Un 25% de los fondos, sin embargo, se transferirán a los municipios, «en función de la recaudación de sus establecimientos», para que los destinen también a promoción local.