TCAM/EP España se sitúa a la cabeza de Europa en abandono escolar y desempleo juvenil, según el ‘Informe de seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo’ de 2012, publicado este martes por Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). que pone de manifiesto la «apremiante» necesidad de invertir en educación para que los jóvenes adquieran competencias. Este documento, realizado anualmente por un equipo independiente de la Unesco, advierte de que frente al promedio del 14 por ciento de jóvenes de países de la Unión Europea que no llega más allá del primer ciclo de la enseñanza Secundaria (ESO), en España esta cifra se duplica y uno de cada tres alumnos abandona los estudios de Secundaria. Para los autores de este trabajo éste es un «motivo de inquietud, habida cuenta de la gravedad de la crisis económica y el nivel de desempleo de los jóvenes», al tiempo que detalla que en marzo de 2012 el paro de este colectivo en España alcanzaba el 51 por ciento. Por ello, apuntan la necesidad de que en todos los países «se preste la atención a la adecuación de la enseñanza secundaria al mundo del trabajo. El documento advierte de que desde que empezó la recesión económica, las posibilidades de empleo de los jóvenes han disminuido, siendo particularmente afectados aquellos con niveles de educación inferiores. En concreto, pone de manifiesto que en 2011 había unos 29 millones de empleos
menos que antes de la crisis económica.
Además, pone como ejemplo que los índices de desempleo aumentaron
«considerablemente» en España entre 2007 y 2009, en particular para quienes no habían terminado la enseñanza secundaria. También alerta de que tras estas cifras de paro juvenil se oculta el hecho de que los jóvenes dejan de buscar trabajo porque «creen no poder encontrarlo», es decir, existe un colectivo que «ni estudia, ni trabaja, ni busca activamente trabajo», lo que vulgarmente se conoce como ‘ninis’. «Al menos un cuarto de los jóvenes españoles que dejaron sus estudios al acabar el primer ciclo de enseñanza Secundaria y un quinto de los que la abandonaron después del Bachillerato en la actualidad tampoco buscan empleo» –indican los autores de este trabajo– «Europa debe formar a jóvenes con competencias profesionales adecuadas, con experiencia previa y con capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías». Frente a estos problemas, este documento planeta una serie de propuestas, como ofrecer vías alternativas de educación para que los jóvenes puedan adquirir las competencias básicas elementales; dispensar en el primer ciclo de la Secundaria (ESO en España) una formación de calidad; planes de estudio en la Secundaria postobligatoria (Bachillerato y FP) para establecer un equilibrio entre la adquisición de competencias estrictamente profesionales y técnicas. Asimismo, propone a todos los países que las estrategias en materia de adquisición de competencias apunten a categorías sociales más desfavorecidas, especialmente a las mujeres jóvenes y la población de zonas rurales.