El Ayuntamiento de Tarifa ha recordado la vigencia de la normativa municipal que prohíbe el uso de petardos, cohetes, tracas y otros artificios pirotécnicos en espacios públicos y al aire libre dentro del término municipal. La medida está recogida en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Protección del Espacio Público actualmente en vigor.
La norma establece que queda terminantemente prohibido “hacer estallar petardos, cohetes, tracas y artificios pirotécnicos similares en la vía pública y espacios al aire libre, incluso en manifestaciones autorizadas”, salvo en los casos contemplados como excepción en el artículo 81 de la Ordenanza Municipal de Protección contra la Contaminación Acústica del municipio de Tarifa, publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz (BOP nº 74, de 21 de abril de 2023).
Con este recordatorio, el Ayuntamiento incide en la necesidad de garantizar la seguridad, el descanso vecinal y la protección de colectivos especialmente sensibles al ruido, además de prevenir incidentes y daños materiales asociados al uso incontrolado de artefactos pirotécnicos en la vía pública.
Un comentario
El 24 y la noche del 30 de diciembre se escuchaban petardos en distintos barrios, un fenómeno que invita a reflexionar sobre la persistencia de ciertas tradiciones en nuestra sociedad. Aunque los fuegos artificiales forman parte de celebraciones culturales muy arraigadas, no puedo dejar de cuestionar su conveniencia. Su uso genera riesgos evidentes para la seguridad de las personas, ocasiona molestias a vecinos y animales, y contribuye a la contaminación ambiental.
Hoy existen alternativas modernas y seguras para celebrar estas fechas, capaces de mantener la tradición y la espectacularidad de la celebración sin los peligros asociados. Sin embargo, estas opciones implican un costo económico mayor, lo que explica que muchas familias continúen utilizando métodos tradicionales. Este patrón se transmite de generación en generación, desde los abuelos hasta los nietos, perpetuando una práctica que, aunque culturalmente significativa, no siempre se ajusta a las exigencias de seguridad y responsabilidad social contemporáneas.
La reflexión sobre este tema no busca demonizar la tradición, sino promover un debate sobre cómo equilibrar la cultura, la economía y la seguridad pública, fomentando celebraciones que sean memorables, respetuosas y sostenibles.”