Cómo viajar con niños en Navidad, sin que sea una práctica de riesgo

Los niños son los protagonistas absolutos de la Navidad, una época en la que los desplazamientos en coche, tanto trayectos cortos como viajes largos, se disparan. Cenas de empresa, reuniones con amigos y familiares, compras navideñas… Todo ello sumado a los escolares de vacaciones y necesitados de entretenimiento y alguna escapada a la nieve, entre otras muchas actividades, que convierten el coche en un recurso muy demandado en Navidad. Una época en la que, además, estamos ya expuestos a las temidas olas de frío que se han hecho habituales en los últimos inviernos.

Sin embargo, los niños y los espacios cerrados no siempre casan bien y meter a un chaval con el subidón navideño en un coche, en mitad de un centro urbano colapsado o de una carretera masificada, puede convertirse en una aventura sólo apta para las paciencias más entrenadas.

  • Concentración. En estas fechas, y más con niños de por medio, es imprescindible poner especial atención al volante, evitando que las prisas, las distracciones y los despistes puedan convertirse en una multa o, peor aún, acabar en un accidente capaz de aguarnos las fiestas. Conducir descansados, concentrados y bien alimentados (moderándonos con las pesadas comidas navideñas que producen somnolencia), además de ser responsables y cuidadosos con el consumo de alcohol en los brindis navideños, es la mejor forma de garantizar nuestra seguridad, la de los niños que viajan a bordo y la de los que nos rodean.

 

  • Vehículo revisado. También es importante mantener nuestro vehículo en forma para que resista sin problemas tanto los fríos invernales como los agobios del atasco: antes de emprender la marcha navideña, hay que hacer un repaso preventivo del estado del coche en el que no puede faltar el control de los niveles de los líquidos, frenos, dirección y, en definitiva, su estado mecánico general, además de otros detalles menos comunes que pueden evitarnos más de un disgusto si la climatología nos sorprende: limpiaparabrisas, alumbrado, limpieza de faros y lunas, estado y presión de los neumáticos,… También es muy importante hacer una revisión del correcto funcionamiento del sistema de retención infantil (es importante recordar que los niños con una estatura menor a 1,36 metros deben viajar con sistemas de retención homologados mientras el coche se encuentre en movimiento).

 

  • Planificación. Además, especialmente antes de emprender un viaje largo, hay que asegurarse de llevar rueda de repuesto o kit para pinchazos, chaleco reflectante y dos triángulos o baliza luminosa V-16, por si sufriéramos cualquier otra incidencia que nos obligara a detener el coche en la vía. Consultar la ruta, localizar lugares de descanso y repostaje (ya sea de combustible o de electricidad), así como la previsión meteorológica y estado de las carreteras, también nos ayudarán a encontrar mejor una solución en caso de sufrir una sorpresa desagradable.

 

  • Botiquín y medidas antimareo. Para planificar este viaje también es recomendable tener preparado botiquín con productos básicos para atender a los pequeños en caso de necesidad. Por ejemplo, algún remedio para el mareo recomendado por el especialista y comprado en la farmacia (el producto tiene que ser adecuado para la edad del niño). No obstante, también hay recomendaciones para evitar el mareo sin fármacos, como mirar siempre hacia adelante y evitar leer o mirar pantallas, mantener el coche ventilado y con una temperatura adecuada (entre 22° y 24°C), evitar comidas abundantes, conducir de forma suave y hacer paradas con frecuencia, así como usar gafas antimareo. Sin embargo, si el mareo ya se ha manifestado, también hay unas acciones recomendadas para disminuir los síntomas, como abrir las ventanillas para que pueda entrar el aire fresco, hacer ejercicios de respiración, intentar no pensar en los síntomas (parece que escuchar música relajante es de mucha ayuda), hacer una parada y esperar a que los síntomas de mareo desaparezcan.

 

  • Entretenimiento a bordo. Finalmente, uno de los consejos más importantes para que los viajes navideños con niños sean más relajados es tener preparada una batería de recursos para entretenerlos. Juegos clásicos, universales y atemporales, música navideña y canciones infantiles y recursos tecnológicos para, por ejemplo, ver una película son los recursos que mejor funcionan para divertirlos y acabar con cualquier tipo de drama.

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