Hemos querido darnos una vuelta por uno de los sitios gastronómicos más emblemáticos y antiguos de Tarifa. Casa fundada en 1966, sitio de parada de militares cuando Tarifa tenía cuarteles, de cofrades desde siempre y por siempre, de carnavaleros sedientos de arte popular, o de todo aquel o aquella que se defina de Tarifa.
Así es; donde, entre otras exquisitas tapas y medias raciones, la carne con tomate, y si es en bocadillo mejor que mejor, brilla por si sola y se convierte en arte, tradición, recuerdos del pasado y sueños del futuro… Bar que da nombre a su esquina, a su calle, y con el permiso, y todo el respeto hacia los «Hermanos costaleros», también a su plazoleta.
Hoy visitamos el BAR RICO, o también conocido por «Lo de Pedrín», de la mano de una de sus hijas, Maribel Rico.
El BAR RICO… Donde Pedro Rico, Pedrín, crió una familia detrás de la barra que aun hoy siguen regentando y trabajando el negocio, y también otra familia que se coloca delante de la barra, pide por esa boquita, y se le sirve como si estuvieran en su casa. Porque así es. Están, estamos, en nuestra casa cuando pisamos el BAR RICO… donde los saludos se convierten en miradas cómplices, bromas de humor sano y rápido, o incluso, en abrazos y besos si se tercia.
Tiene solera y salero; es un Bar tan recogido que todo en su interior, tiene apego, tiene conversaciones estrechas y se siente la cercanía de manera tan natural como extraordinaria. En su esquina del fondo, donde se estorba a la familia Rico mientras trabaja y se le bloquea la entrada y salida a cocina y barra, es donde se han forjado los mejores tratos, las mejores ideas y las mejores amistades a base de embriagarse con la esencia de hogar que allí se respira, y porque no decirlo, también con las cañas que allí se beben… Nos bebemos…
Maribel Rico, matriarca a dia de hoy en el bar, a puesto voz al negocio, a su historia y al reportaje que nos ha regalado en la terraza del bar. Si es usted tarifeño, seguro lo ha visitado alguna vez… Si no es usted tarifeño, pero quiere sentirse uno mas de aquí, ha de pisar este bar porque sino, no será usted un tarifeño completo.
Gracias familia Rico por abrirnos vuestro mundo, vuestra historia y vuestra, nuestra casa.
PD.- Besos al cielo. Pedrín fue, es y será por siempre el Bar Rico.