El presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, Antonio Mariscal, ha considerado la confirmación del cierre de Ryanair en el aeropuerto de Jerez de la Frontera durante el invierno como «el segundo jarro de agua fría», poniendo a la provincia de Cádiz y a esta ciudad en «una situación bastante desesperada» al estimarse las pérdidas en unos 80 millones de euros.
En declaraciones a Europa Press, Mariscal ha asegurado que eso es «mucho dinero» para una provincia que «tiene una situación socioeconómica muy especial y con una dependencia muy fuerte del sector turístico».
«Esto viene a confirmar que seguimos en caída libre, con un aeropuerto que en el año 2005 tenía casi dos millones de pasajeros y que en el año 2025 si llegamos a 800.000, creo que muchos van a ser», ha lamentado.
Mariscal también ha reconocido que desde el sector turístico jerezano «no tenían mucha esperanza» en que Ryanair «diera marcha atrás» a la decisión anunciada antes del verano de cerrar sus líneas desde este aeropuerto, lamentando que la negociación entre la aerolínea y AENA «no haya ido mejor» sino que «ha ido a peor».
«No podemos ser espectadores de una falta de acuerdo, porque ni los ciudadanos, ni las empresas, ni los territorios pueden ser cautivos de la falta de acuerdo, de una negociación totalmente enquistada entre AENA y Ryanair», ha cuestionado el presidente del Clúster, quien ha apuntado a que desde la Junta y la Diputación de Cádiz, a través de Turismo Andaluz y el Patronato de Turismo, «se han intentado buscar nuevas compañías que ocupen el hueco de Ryanair», sin que se haya logrado ya que «eso no es posible».
Sobre esto ha continuado señalando que la operativa que tiene Ryanair, con su flota y las escalas que mueve, «es imposible que haya compañías que sean capaces de ocupar el espacio».
Así, ha advertido que «nos encontramos en una situación bastante desesperada» porque la pérdida de los vuelos de Ryanair supone «casi el 20% de todo el operativo que tenía nuestra ciudad», recordando que en lo que va de año el aeropuerto de Jerez ha perdido 160.000 pasajeros, de los cuales «hemos calculado que 65.000 pueden ser turistas que venían a Jerez».
A esta pérdida de vuelos con Ryanair desde Jerez, ha añadido «los déficit» que hay en materia de infraestructuras, con una alta velocidad que «no llega a Cádiz» y una autopista AP-4 con Sevilla que «ha demostrado ya que más saturada no puede estar». Todo esto, ha reiterado es «un jarro de agua fría no solamente para nuestro sector turístico, sino para todos los sectores productivos de la zona y los propios ciudadanos, que nos vemos cada vez más complicados el entrar y salir».
Tal y como ha manifestado sobre este asunto, Cádiz es «una provincia olvidada» y esta carencia de conexiones perjudica un territorio que aspira a ser Capital Europea de la Cultura, en referencia a la candidatura de Jerez para 2031. «Si tengo buenas infraestructuras de comunicación en la provincia es más fácil que se asienten las empresas», ha continuado, apuntando a proyectos como el hub aeronáutico o las grandes industrias ya asentadas como Acerinox o Navantia.
A la pérdida de movilidad, el presidente del Clúster ha sumado «las oportunidades perdidas» que suponen ese descenso de pasajeros a lo largo de este año. Así, ha argumentado que «160.000 pasajeros no son 160.000 oportunidades pero son muchas de personas que se pueden quedar aquí, que pueden montar negocios o que vean que es un buen lugar por las conexiones que tienen para comprar una segunda residencia o 1.000 cosas».
A pesar de todo, Antonio Mariscal ha agradecido a ese turista que «pese a las dificultades de conexión» deciden pasar sus vacaciones en la provincia, bromeando con que «hay que darle un premio» a todos los que deciden venir a Cádiz, porque «no es sencillo llegar hasta aquí y nos lo están poniendo cada vez más difícil, esa es la realidad».
En su opinión, los aeropuertos regionales, como los de Jerez, Valladolid o Santiago, «pueden tener un papel esencial para distribuir el turismo dentro del país» y que «el impacto del turismo sea repartido entre todos» favoreciendo un modelo «más sostenible» de este sector de importancia para la economía del país.