Es sin duda una de las señas de identidad de Tarifa como Destino Gastronómico. El sector espera una campaña estable pese a la huelga de inspectores. La almadraba de Tarifa ha dado comienzo este miércoles a la campaña de pesca del atún rojo, sumándose así al inicio de la actividad en el resto de almadrabas de la provincia de Cádiz. Las primeras capturas de la temporada, registradas en Conil y Barbate, han sido prometedoras, con más de 129 ejemplares pescados en la primera “levantá”, lo que augura una campaña dinámica para el sector. Foto archivo
Tras las maniobras previas de calado, los pescadores de Tarifa inician una temporada que se extenderá hasta junio. Esta actividad tradicional, que cada año cobra gran relevancia económica y social en la zona, genera alrededor de 500 empleos directos en la localidad y contribuye significativamente al turismo vinculado al atún rojo.
Juan Carlos Aranda, portavoz del comité de empresa, ha señalado que el sector encara esta nueva campaña con cierto optimismo, a pesar de la huelga de inspectores de pesca que marca el contexto laboral actual. Según Aranda, la protesta no ha afectado por ahora al desarrollo habitual de las labores, lo que permite seguir con el calendario previsto.
La almadraba es uno de los métodos de pesca más antiguos del Mediterráneo y el Atlántico, profundamente enraizado en las costas gaditanas. Su sistema, basado en redes fijas situadas cerca de la costa, permite capturar al atún rojo durante su migración hacia el Mediterráneo. Esta técnica está fuertemente regulada y sujeta a cuotas de captura determinadas por organismos internacionales como ICCAT, con el objetivo de preservar el recurso.
La campaña de 2025 se desarrolla en un contexto favorable, marcado por la recuperación del atún rojo tras años de gestión pesquera estricta. Esto ha traído mayor estabilidad a los pescadores y ha impulsado la demanda del producto en mercados tanto nacionales como internacionales, con especial interés en la exportación a Japón.
El sector destaca también el valor de la almadraba como motor económico local y atractivo turístico. Cada año, miles de visitantes se acercan a conocer de cerca este arte de pesca milenario, participar en actividades educativas y disfrutar del atún rojo en su mejor momento gastronómico.
Las próximas semanas serán decisivas para la evolución de la campaña, especialmente en cuanto a capturas y comercialización. Las almadrabas de Tarifa, Zahara de los Atunes, Barbate y Conil operarán de forma escalonada, en función de los desplazamientos migratorios de los atunes y las condiciones del mar.