El polémico coto de caza proyectado en los montes de Betis y Betijuelo (Tarifa) se encuentra paralizado. La Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Cádiz ha confirmado que la solicitud presentada por la sociedad promotora “presenta errores” y que, por tanto, el coto aún no ha sido declarado oficialmente.
Desde la Junta recuerdan que este organismo es el único competente para autorizar la creación de cotos en la provincia, y que mientras el expediente no se resuelva, cualquier reclamación debe dirigirse al Ayuntamiento de Tarifa, propietario de parte de los terrenos y que ya habría cedido los derechos cinegéticos.
El asunto ha provocado la reacción del PSOE local, que acusa al gobierno municipal de falta de transparencia y de respaldar la iniciativa sin contar con el apoyo mayoritario de los vecinos de Betis y Betijuelo, quienes han mostrado su rechazo al proyecto.
La polémica se intensifica al tratarse de un enclave dentro del Parque Natural del Estrecho, donde la coexistencia de usos requiere un especial cuidado. Por ahora, el futuro del coto queda en suspenso, pendiente de que los promotores subsanen la documentación y de la posterior evaluación técnica de la Junta.
Un comentario
Me pilla de lejos eso de la caza, por lo que tengo entendido forma parte no obstante del aprovechamiento lógico de los recursos naturales a pesar de que últimamente hay corrientes en contra. No entro en el tema aunque es de reconocer que es totalmente legal y en España los cotos son reservorio de especies amenazadas (gracias a los cotos se ha podido recuperar el lince ibérico de su extinción por los cruces consanguíneos y errores continuos en la política de salvar la especie), y estos cotos son un límite a la moda triste de construir urbanizaciones en medio del campo y montes con instrumentos urbanísticos “ad hoc” sospechosos de ilegalidad y nulos pleno derecho. Es la economía que se nos quedó en España, un resort turístico para extranjeros de alto poder adquisitivo (también algunos españoles), que llena el campo de urbanismo de lujo o la última tendencia, llenarlo todo de placas solares arrancando olivos o lo que sea. La dudosa por mercantilista agenda 2030.