En el siguiente enlace podéis ver ‘Operación Gladys’, un proyecto de protección de las orcas del Estrecho de Gibraltar
La colonia de orcas en el Estrecho de Gibraltar: guardianas del Atlántico y el Mediterráneo
El Estrecho de Gibraltar, ese punto de unión entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, no solo es un paso estratégico para la navegación mundial, sino también un ecosistema marino de gran biodiversidad. Entre sus habitantes más emblemáticos se encuentra una pequeña pero fascinante colonia de orcas (Orcinus orca), que ha despertado el interés de científicos, ecologistas y curiosos por igual.
Un grupo singular
A diferencia de las grandes poblaciones de orcas que habitan en aguas frías como las de Noruega, Canadá o la Antártida, las orcas del Estrecho pertenecen a una población muy reducida y localizada. Se estima que hay entre 30 y 40 individuos, distribuidos en grupos familiares estables (llamados pods), y que residen de manera estacional o permanente en esta zona.
Estas orcas no son migratorias en el sentido clásico, aunque sí se desplazan por la costa atlántica andaluza y hasta aguas portuguesas, siguiendo principalmente a su presa favorita: el atún rojo (Thunnus thynnus).
Especialistas en caza
Uno de los aspectos más fascinantes de estas orcas es su comportamiento de caza. A lo largo de los años, han desarrollado una técnica muy precisa para cazar atunes: algunas colaboran con barcos pesqueros, siguiendo a los atunes atrapados en líneas de palangre y extrayéndolos con gran habilidad, justo antes de que los pescadores los suban. Este fenómeno ha sido motivo de conflicto con los pescadores, que acusan a las orcas de arruinar capturas importantes.
Conservación y amenazas
A pesar de su inteligencia y adaptabilidad, la colonia de orcas del Estrecho está en peligro. La contaminación acústica de los buques comerciales, la sobrepesca del atún rojo, la contaminación del agua y el cambio climático representan amenazas reales para su supervivencia. Además, al ser una población tan reducida, cualquier alteración en su entorno puede tener consecuencias graves para su futuro.
Diversas organizaciones, como CIRCE (Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos), trabajan en el monitoreo y protección de esta colonia, marcando ejemplares con GPS, estudiando su comportamiento y promoviendo la convivencia con los pescadores.
Un nuevo comportamiento que intriga a la ciencia
Desde 2020, se ha observado un comportamiento inusual por parte de algunas orcas jóvenes: interacciones agresivas con embarcaciones, especialmente veleros. En estos encuentros, los animales embisten los timones hasta inutilizarlos. Aunque no hay un consenso claro sobre la causa, se barajan varias hipótesis, desde un juego convertido en moda entre jóvenes, hasta una respuesta a experiencias traumáticas.
Un símbolo del Estrecho
Las orcas del Estrecho de Gibraltar son mucho más que una curiosidad biológica. Son un símbolo de la riqueza natural que aún perdura en este enclave único, un recordatorio de la necesidad de equilibrar la actividad humana con la conservación de la vida salvaje. Protegerlas no solo es una responsabilidad ecológica, sino también una oportunidad para conocer más sobre uno de los depredadores más inteligentes y carismáticos del planeta