Los puertos de Andalucía se preparan para la incorporación de la tecnología OnShore Power Suply (OPS), que electrificará los muelles permitiendo a los buques enchufarse a la red y no tener que consumir combustible al estar estacionados en las dársenas.
Aunque Cádiz cuenta los días para tener en marcha su sistema OPS para los cruceros, el resto de puertos andaluces trabajan a destajo para tener cuanto antes listos sus propios proyectos con esta tecnología, adaptados a sus necesidades y tráficos. Por ejemplo, otro puerto con gran cantidad de cruceros es el de Málaga, que comenzará por la construcción de una subestación en suelo portuario para este fin.
No solo los cruceros deben adaptarse al OPS, también lo tienen que hacer ferris y portacontenedores. En el primero se enmarcan, por ejemplo, Tarifa, Almería y Motril, además de Algeciras, que incorpora una importante faceta en el tráfico de mercancías como principal puerto de España en este ámbito. Precisamente, la autoridad portuaria algecireña ultima los detalles de su propio proyecto de electrificación, que podría ver la luz próximamente.
Además de la propia adaptación de los puertos, los barcos deben hacer lo propio, ya que muchas de las unidades que recorren el mundo hoy en día no cuentan con los sistemas necesarios. Este hecho es el que ha llevado a Endesa a apostar por el ámbito de los cruceros, que es «el más sensible medioambientalmente«, con gran cantidad de buques que cuentan ya con esa tecnología y otros siendo adaptados.
Aun así, no todo reside en los barcos únicamente, ya que la infraestructura técnica para llevar la electricidad al propio puerto es delicada. «La potencia que demanda un crucero es como si conectaras 2.500 coches eléctricos a la vez y están preparados, pero antes tienes que desarrollar una infraestructura muy importante para darle suministro», explica José María Reyes, director de puertos verdes de Endesa.
Para realizar los largos recorridos sigue siendo difícil usar únicamente electricidad por el alto consumo necesario, por lo que el representante de Endesa apunta al gas natural licuado (GNL) como un «paso intermedio» ya que, aunque tiene origen fósil, sus emisiones son menores. Aun así, ya circulan los primeros portacontenedores impulsados por derivados del hidrógeno verde, que apunta a ser el futuro.
La gran duda, a ojos de Reyes, es si realmente se podrá cumplir la meta marcada por Bruselas de 2030, ya que las tramitaciones de proyectos, con sus trámites burocráticos correspondientes, llevan su tiempo. «Vamos un poco justos para llegar a 2030, porque además hay que construir nuevas subestaciones o líneas eléctricas que en ocasiones cruzan la ciudad y todo eso lleva tiempo», agrega.
Además de los procesos de licitación abierta, existe la modalidad de obtener una concesión, tal y como sucedió en el puerto de Cádiz con el proyecto de Endesa, trámite mucho más ágil pero en el que la compañía interesada es la que asume el coste íntegro, por lo que no siempre es viable. «Todos los puertos desearían que viniera un tercero, pidiera la concesión y se encargara de todo, pero esto tiene que ver con una rentabilidad y no todos los puertos tienen el suficiente tráfico o te dan las suficientes garantías para hacer una inversión muy grande», concluye José María Reyes. Aun así, la electrificación está a la orden del día y los puertos andaluces se están sumando a ella.