“En el Ayuntamiento tenemos claro que hay que actuar de forma rotunda y con responsabilidad. Tenemos que tratar a todos los colectivos con el mismo rasero y sin excepción alguna”. Es la forma que ha tenido el gobierno de responder a las acusaciones y denuncias que Cigüeña Negra ha hecho en prensa durante los últimos días y en relación con el corte en el suministro de luz y agua.
El colectivo tiene por sede unas antiguas instalaciones municipales (antigua escuela de La Peña) y esta situación les ha permitido estar exentos durante un tiempo de cargos económicos por el consumo de luz y agua que asumía directamente el Ayuntamiento.
Pero el gobierno ha querido poner fin a esta situación para no caer en discriminaciones y beneficiar a colectivos particulares de “los que no sabemos cómo actúan ni tampoco desarrollamos labores comunitarias con ellos propiamente”, según explicó hoy Juan Andrés Gil.
La nueva situación fue comunicada con antelación a Cigüeña Negra para que el colectivo pudiera actuar al respecto. “Comunicamos a ENDESA que la actividad que se desarrolla en el antiguo centro no es una actividad municipal sino que corresponde a un colectivo privado, pero también avisamos previamente a Cigüeña Negra sobre esto para que tuvieran un margen de tiempo y pudiera actuar al respecto”, explica el primer edil tarifeño.
El gobierno ha añadido que el Ayuntamiento, el resto de tarifeños, no puede pagar la luz y el agua a todas las asociaciones tarifeñas y eso que “muchas de ellas desempeñan una labor encomiable y de servicio a la comunidad, en muchos casos labores humanitarias y relacionadas con la salud pública”. Por ello, el gobierno no deja de mostrar su sorpresa ante la reacción de Cigüeña Negra.
“Piensan que tienen derecho porque gritan constantemente y se equivocan porque esa actitud no les da más derecho que a cualquier otro colectivo. El gobierno se rige por un ordenamiento riguroso y a ello es a lo único a lo que podemos hacer caso”, aclaró Gil García al respecto de los acontecimientos.