Eva Márquez y Triana Sierra, coronadas reinas de la Feria y Romería de Castellar

El acto se desarrolló en la caseta municipal a partir de las 21:00 horas, y estuvo acompañado por la Banda de Música de Jimena de la Frontera. Previamente, a las 20.30 horas, se dio una copa de bienvenida a todos los asistentes al acto de la Coronación, con el arte y el estilo del venenciador Jesús Rubiales López.ELa recién coronada Reina Juvenil de Castellar, Eva Márquez Gil, iba acompañada por sus Damas de Honor, Nerea Espinosa Gutiérrez, Natalia Orellana Montano, Isabel López Romero y Cristina Moreno Pérez. La Romera de Castellar, Mercedes Martín Fernández, también acompañaba al cortejo.El Alcalde de Castellar, Juan Casanova, en el acto de coronación.El Alcalde de Castellar, Juan Casanova, en el acto de coronación.Además, fue coronada la Reina Infantil, Triana Sierra Requena.

El alcalde infantil Manuel Espinosa García, recibió el bastón de mando. Como Damas de Honor han resultado ganadoras del sorteo, Natalia Luque Ruiz, Valeria Bañón Carrillo, Bethany Rose Macías Burns y Adriana Delgado de la Rubia. Como acompañantes iban Juan Miguel Benítez Tirado, Darío Barroso González, Juan de Dios García Caballero y Antonio Talén Baladé.

 

El alcalde, José Ignacio Landaluce, participó en los actos de inicio oficial de la Feria de Castellar y nombramiento de la Romera Mayor de las fiestas, la algecireña Mercedes Martín, quien fue reina de la Feria Real de Algeciras del pasado 2015. Se da además la circunstancia de que el pregonero de esta fiesta chisparrera es el periodista algecireño Alberto Espinosa.Landaluce acompañó a la Romera Mayor desde la puerta de la Casa Consistorial hasta el escenario de la Caseta Municipal, donde se desarrolló el pregón; la coronación de la reina de la feria, Eva Márquez Gil; y la presentación de la Romera.El edil algecireño agradeció “este hermoso gesto de hermanamiento” a su homólogo castellarense Juan Casanova, y deseó que “nuestros dos municipios sigan caminando de la mano y trabajen juntos en materias que posibiliten avances en la calidad de vida de la ciudadanía”.Fueron momentos de especial emoción los que se vivieron en el transcurso del acto, sobre todo, con el magnífico pregón ofrecido por Alberto Espinosa. En el mismo destacó el contraste de tres pueblos en uno. El Castellar Viejo, el Nuevo y La Almoraima. “A veces nunca sabes donde empieza uno y acaba el otro, claro que eso nos pasa a los visitantes no a los chisparreros.

Si me permiten una apreciación muy particular sí creo que ustedes han conseguido aunar todos sin perder la esencia de cada uno y que además, todo eso no impide que Castellar siga siendo singular”.Dijo que para él Castellar “es sinónimo de feria. Sí, no les miento, en el caso de que alguno vaya a la Feria Real de Algeciras puede ver que en mi caseta, se llama La Chicuelina y allí les espero, hay una foto de servidor con el resto de amigos, de cuando éramos pequeñitos e incluso yo tenía pelo, porque aunque no lo parezca, yo también fui niño, y con melenita”.Resaltó la gran devoción hacia el Cristo de la Almorima. “Con el paso de los años comencé a entender, tanto estando en Guadiaro como en mi querida Algeciras, que el Cristo de La Almoraima, era algo más que la diversión de un domingo de mayo”.En otro de los momentos del pregón indicó que “La Almoraima es de los chisparreros, luego está la posibilidad y la necesidad de explotarla en beneficio de la comunidad. Aquí, y no es peloteo, entiendo que el actual alcalde ha dejada clara su postura sobre los posibles intereses que existen sobre ese espectacular paraje, y creo que buscará lo mejor para su pueblo”.

Definió a La Almoraima como al “buque insignia de Castellar de la Frontera”.Para finalizar se definió como “guadiareño de nacimiento, algecireño de adopción y algecirista confeso, dando las gracias a los chisparreros, desde lo más profundo de su corazón.Durante el acto contaron con la actuación de la cantante Triana, del programa ‘Se llama Copla’.Acto seguido, el Cortejo Real se dirigió hacia la portada de la Feria para el encendido del alumbrado, dando por inaugurada la feria de este año.Al término del acto de coronación, a las 23:00 horas, amenizó la noche la orquesta Cat Forever, y a las 00:00 horas, el cantante sanroqueño Jonathan Almagro actuó en la caseta municipal. Además se celebró el día del niño, con las atracciones a 1,50 Euros.PREGÓN ÍNTEGRO DE ALBERTO ESPINOSABuenas noches: Ilustrísimo señor alcalde de Castellar de la Frontera, Don Juan Casanova; Teniente de Alcalde Delegada de Fiestas, Doña Pilar Lobato, miembros de la Corporación Municipal, Senador y Alcalde de mi ciudad, José Ignacio Landaluce , resto de autoridades políticas, compañeros de los medios de comunicación, Reinas y damas, alcalde infantil y sobre todo, chisparreros y vecinos de Castellar. Gracias por estar aquí en un día que para ustedes es muy importante, no por mi pregón, sino porque supone el arranque de su Feria y Romería en honor del Santísimo Cristo de La Almoraima.Miren, aún hoy y ya aquí con los nervios y la responsabilidad que tengo, desconozco los motivos que han llevado a Juan Casanova a aceptar la propuesta de la delegada de Fiestas de nombrarme pregonero de la Feria de este año. Y aunque al alcalde no le guste que lo diga, insisto en que no reúno mérito alguno para ocupar este estrado, más allá del cariño que desde siempre le he profesado a esta tierra, y especialmente, a su gente.Gracias por tan inmerecido honor, y no es falsa modestia, como ya expresé en el saluda del programa oficial. Ese que seguro, muchos de ustedes tienen en sus casas y otros, según he podido constatar estos días, no. Buenos cosas del reparto y seguro que se está solventado. Ahí, en ese documento ya había algunos detalles de lo que hoy les voy a contar.

Para el que no me conozca, mi nombre es Alberto Espinosa, trabajo en los medios de comunicación. He pasado por varios de la comarca y actualmente desarrollo mi labor en la radio, en Onda Cero y colaboró con otros. Principalmente el diario El Mundo y la web Horasur, en la que hago de mi pasión, el Algeciras C.F; mi trabajo.Suelen decirme muchos oyentes, a los que agradezco que lo sean, que tengo desde hace ya varios años especial predilección por Juan Casanova, que le doy palos a todos los políticos de la comarca menos a él. Quiero dejar claro que no conocía a Casanova hasta que se presentó a los comicios, digo por los mal pensados que siempre los hay. En cualquier caso alcalde, después de este trago que estoy pasando, prepárate.Pues sin encontrar esa explicación, me dispongo a dirigirme a todos ustedes en algo tan serio, bonito, divertido, familiar y entrañable como es la feria y en este caso además con lo que supone la Romería del Santísimo Cristo de la Almoraima.Pregonar es anunciar un acontecimiento próximo a suceder. Y en un pregón, en ocasiones, puede más el corazón que la cabeza. Sospecho que éste va a ser el caso de esta noche, por lo que de antemano les ruego sepan disculparme si en algún momento, la emoción me supera, porque para este humilde pregonero, van a ser momentos de gran intensidad.¿Y es qué les va a contar este guadiareño de nacimiento, algecireño de adopción y algecirista confeso, de su pueblo que ustedes no sepan?. Yo hoy debería, en todo caso, estar ahí abajo, como alguna que otra vez, cubriendo la información del pregón para trasladarla a la ciudadanía, pero miren como tengo esa experiencia y además tomo el relevo de mi compañera de Canal Sur y gran profesional Begoña Curiel, que lo bordó el pasado año, intentaré una cosa y es no cansarles.

Porque no hay nada más terrible que un pregón largo y aburrido. Créanme que uno ha vivido varios desde el otro lado, y los hay interminables. Así que les garantizo que lo primero, esto es largo, no va a ser. Lo segundo, aburrido, espero que tampoco, pero eso ya es cosa del respetable, es decir les corresponde a todos ustedes juzgar, aunque espero que tras esto, al menos, no me prohíban la entrada a Castellar en el futuro.Señalaba que no voy a contarles a ustedes lo maravilloso que es el Castillo, esa fortaleza nazarí que se construyó entre los siglos XII y XV, obviamente que haré referencia a él, pero para que voy a decirles a ustedes que lo conocen de sobra y que se les envidia por ello, no sólo en la comarca, por disfrutarlo cada día. Ya sea subiendo por sus conocidas y empinadas curvas o simplemente observándolo desde este pueblo que se siente, siempre, defendido por él.Desde mi punto de vista hacer eso sería buscar el aplauso fácil y quedar bien para salir del paso. O explicarles ese contraste de tres pueblos en uno. El Castellar Viejo, el Nuevo y La Almoraima. A veces nunca sabes donde empieza uno y acaba el otro, claro que eso nos pasa a los visitantes no a los chisparreros. Si me permiten una apreciación muy particular sí creo que ustedes han conseguido aunar todos sin perder la esencia de cada uno y que además, todo eso no impide que Castellar siga siendo singular.También está la Boyal, la espectacular Casa Convento, o el marco privilegiado del Parque Natural de Los Alcornocales que, ustedes, especialmente, tienen la ocasión de disfrutar mucho más que otros campogibraltareños. No en vano, se podría decir que viven en él.

Todo eso lo podría desgranar aquí, y bueno, pasaríamos el rato. No niego que alguna referencia tendré que hacer a lo largo de este paseo por su pueblo, pero entrar en detalles sería grosero por mi parte, y creo que una manera de faltarles al respeto. ¿Cómo va a venir alguien de fuera a explicarles a ustedes lo bonita que es su casa?Por eso, aún a riesgo de ganarme sus críticas, les voy a contar lo que para mí ha sido y es Castellar. Tanto desde el punto de vista personal como profesional, y quizás, entonces, entienda, aunque lo no creo, los motivos que han llevado al amigo Casanova a tomar esta errónea decisión.Miren: para mí, Castellar es sinónimo de feria. Sí, no les miento, en el caso de que alguno vaya a la Feria Real de Algeciras puede ver que en mi caseta, se llama La Chicuelina y allí les espero, hay una foto de servidor con el resto de amigos, de cuando éramos pequeñitos e incluso yo tenía pelo, porque aunque no lo parezca, yo también fui niño, y con melenita.En esa imagen estoy montado en un cochecito en una noche fría, lo digo por la ropa, y esa era mi primera atracción de feria, y el destino quiso que esa primera experiencia fuese en Castellar.

Fue hace unos 40 años. Me confieso creyente, pero también confío, y mucho, en el destino. Sería una señal que ahora me permite estar aquí, la primera feria y mi primer pregón del ramo es aquí. Es como nacer en Guadiaro y a los cinco días, ¿verdad mamá?, estar en Algeciras. No debe ser casualidad.Desde los ojos de un niño, la vida se ve de otra manera, pero esos primeros recuerdos quedan para siempre grabados a fuego en la memoria. Y ese destino, a veces caprichoso, pero en ocasiones también generoso, quiso que mis primeros pasos en una feria fuesen en Castellar.Con el paso de los años comencé a entender, tanto estando en Guadiaro como en mi querida Algeciras, que el Cristo de La Almoraima, era algo más que la diversión de un domingo de mayo. Veía mujeres haciendo promesa que venían andando desde mi pueblo hasta aquí, incluso mi madre lo hizo una vez, supongo que sería por algo mío, pero ya saben que las promesas no se dicen.Castellar era el arranque de las ferias de la comarca, y he de confesar que uno es feriante. La romería del domingo, al margen de la fiesta, también era el momento de los primeros pinitos amorosos, de esa plaza central convertida en lugar del descanso del guerrero, alguna siesta ha caído en ese césped que, curiosamente, año tras año aguanta el paso de los visitantes, sin que se estropee. Ay, si ese césped y esa plaza hablarán, cuantas cosas podrían contar de esas jornadas interminables de romería, fiesta, desenfreno y también devoción.No me puedo olvidar de esas noches de sábado previo al gran día en la finca de La Almoraima. Esas tiendas de campaña en las que alguna vez se hacían travesuras, tranquilo alcalde que no voy a contar nada prohibido, y que era una de mis primeras escapadas de joven, que bonita era la inocencia, pensando que los padres no sabían lo que uno pretendía en este mágico entorno.Castellar era también sinónimo de que mi padre estuviese varios días vendiendo coches en su feria y por tanto, para mí, era momento de aprovechar esa ocasión para escaparme con él y ver todo lo que se movía alrededor de aquellas zonas habilitadas en el recinto ferial para compartir un rato, admirar a la gente que saludaba a mi padre como si fuese alguien importante, y por supuesto, ya de joven, tener la excusa para pasar uno o varios días de fiesta.Hoy además, en un día de alegría y gozo, ni mucho menos voy a contar ninguna pena, ni tristeza, pero sí quiero agradecer a mi padre, por supuesto también a mi madre, que estén aquí. Papa: sé lo que supone para ti volver a Castellar en plena feria, pero como decía no es momento de tristeza porque precisamente a esa persona que está mirando desde arriba este pregón, si algo no le gustaba era la pena, y menos aún en este pueblo.A él le gustaba la feria, la diversión y el Algeciras, ese hombre fue el que me inculco, contigo, ese amor inquebrantable por unos colores pero también el respeto y la educación hacia la gente que te atiende correctament en su casa, como es el caso de los chisparreros, que en esta noche me han abierto de par en par las puertas de esta gran casa de todos que es Castellar de la Frontera. Y eso aquí, en este pueblo, lo has vivido, los hemos vivido siempre y hoy, con más motivo que nunca, hay que demostrar ese agradecimiento que por mi parte, y sé que por la tuya y la de mamá, es infinito.Y es que Castellar, da igual el viejo, el nuevo o La Almoraima, es el que nos ha visto, creo, a muchos campogibraltareños, escapar a su fortaleza para compartir sus sinuosas curvas con los primeros amores, llegar arriba al castillo y saborear el aire, disfrutar de las vistas y robar esos primeros besos. ¡Que ingenuos somos en la juventud! Pensaba yo que no te venía nadie, cuando el que lo hacía era nada menos, que el encargado de guardar a todo un pueblo.Pero este lugar también ha sido para mí motivo de más alegrías, como la que estoy viviendo hoy. Castellar era sinónimo de verano, de su piscina, pero sobre todo de su torneo de fútbol sala. Entonces, en aquellos años, no había tantos pabellones polideportivos en la comarca y acudir cada tarde de verano aquí para jugar un partido de un torneo perfectamente organizado era poco menos que soñar con los grandes estadios.Ese suelo verde, esos ratos compartidos y esa cerveza tras el partido en el bar que, creo recordar y perdón si me equivocó, estaba en la piscina o sus alrededores. Esos momentos eran algo cotidiano en esos meses de verano que siempre estaba esperando como si del mundial se tratase.

Uno fue creciendo y lo que se había convertido en cotidiano, venir a Castellar a palpar y emocionarse con la fe que se profesa a ese Cristo de La Almoraima y también a su romería, ya no fue tan habitual. Motivos laborales, estancias fuera de la comarca y la edad, para que negarlo, hacían que aquello pasase a convertirse en un recuerdo, imborrable, eso sí.Decía antes que no les iba a contar milongas, ni buscar un aplauso fácil, por ello confieso que dejé de venir tan habitualmente como lo hacía, supongo que por motivos diversos. Claro que cuando alguien, ya en Algeciras y con cierta edad supuestamente de conciencia y responsabilidad, apuntaba la posibilidad de acudir a la feria de Castellar, ahí estaba el tío.

Todo ello para disgusto de mi madre, ya saben, por aquello de la carretera. Como olvidar aquel concierto de El Barrio en la caseta municipal, ahí estaba yo.Luego, el trabajo me permitió recuperar el vínculo, que nunca perdí del todo, con el municipio que hoy me acoge. Alguna crónica del desaparecido equipo de fútbol cayó, y fueron apareciendo, más allá de los políticos, a los que pedir información.No puedo dejar pasar la ocasión para nombrar a un chisparrero de pro y que hace una gran labor social en este pueblo y en toda la comarca.

Me estoy refiriendo al incansable Paco Mena, ya más amigo que personaje a entrevistar. También me vienen a la memoria compañeros de instituto como Baladez, Mescua, inseparable pareja de futbolín en San Roque y de rabonas en clase, o Antonio, y María Jesús, a la que he vuelto a ver estos días, así como otros muchos que podría seguir nombrando pero no acabaría.Todo eso me supone evocar recuerdos y vivencias de Castellar que en estos días, redactando el pregón, volvían a mí como si el tiempo no hubiese pasado, y es que cuando uno lo pasa tan bien en un sitio, el recuerdo del ayer, y también el presente, porque no decirlo, es siempre agradable.Comentaba que el vínculo se mantenía a través de la radio o el periódico. Entrevistas a dirigentes políticos, comentarios sobre la feria o como pasar el 31 de diciembre viendo el castillo iluminado, el turismo cinegético que pude descubrir a través de una entrevista en el antiguo hotel NH y que es fuente de riqueza de municipio; y como no, ese enorme Parque Natural que es La Almoraima ¡Ay la Almoraima!.Miren: cada uno tendrá su punto de vista sobre la finca, y yo podría contar alguna historia periodística sobre los diversos proyectos que no se han realizado, pero como vengo reiterando no voy a cansarles.Verán ustedes: La Almoraima es de los chisparreros, luego está la posibilidad y la necesidad de explotarla en beneficio de la comunidad. Aquí, y no es peloteo, entiendo que el actual alcalde ha dejada clara su postura sobre los posibles intereses que existen sobre ese espectacular paraje, y creo que buscará lo mejor para su pueblo.Porque, Salma Hayek, por muy famosa que sea, visitantes como hoy servidor, pueden decir, opinar y querer especular sobre su finca, pero no dejen nunca que le quiten el mayor patrimonio que tienen, o al menos, que no sea sin su consentimiento y con un beneficio para los chisparreros, al fin y al cabo son ustedes, y nadie más, los guardianes de tan preciado tesoro natural.Los demás, nos metemos todos, estamos de paso por aquí, pero la finca y su capacidad de generar riqueza y ser el elemento clave para el desarrollo de su pueblo sigue y seguirá ahí, esperemos que siempre.La Almoraima es el buque insignia de Castellar de la Frontera, una tierra regada con el sudor de los chisparreros y por la que la merece la pena luchar. Háganlo con el orgullo que siempre ha caracterizado a este pueblo.

¿Ven lo que les decía antes? Al final, la cabra tira al monte, y uno trabaja en lo que trabaja, así que volvamos a la feria y al Cristo de La Almoraima. Una imagen a la que he visto más de una y más de dos veces, en la romería, pero hasta el pasado Viernes Santo no había podido disfrutar de su procesión solemne.Ahí comprobé la fe y devoción de un pueblo por su Cristo, por eso hoy, a punto de arrancar la feria que conmemora su romería, creo que es aún más obligado agradecer el gesto de generosidad de los chisparreros con los que acuden, con quienes acudimos, el domingo aquí.

Ese día nos dejan a todos disfrutar, pedir, rezar o sentir, lógicamente en un escenario más festivo que el de la Semana Santa, de su devoción.Esto no es una exageración y el que tenga dudas que acuda a la iglesia y vea los cuadros repletos de símbolos, medallas, cadenas y cualquier otro detalle que jalonan las promesas a un cristo que es de ustedes, por supuesto, pero que nos pertenece, un poquito, a todos los campogibraltareños, entre otros muchos motivos por lo que ya ha quedado dicho en este pregón, por su hospitalidad y acogida a todo el que viene a compartir con los chisparreros.

Por eso, en estos días que hoy arrancan, aquí rodeado de bellas mujeres de Castellar, de la corporación, de la familia y de conocidos, sin olvidar a mi compañera y amiga Esther Lara, que hace las veces de gran presentadora, sólo deseo que sean unos días entrañables, en los que podamos olvidar los problemas del día a día, en los que además, estoy convencido de ello porque lo he recibido y vivido en primera persona, el que venga aquí se va a encontrar a gente amable, educada, cariñosa y sobre todo entregada a que esos visitantes no sean extraños en un lugar único, en un paraje natural e histórico como pocos en nuestra Andalucía.Si de continuo nadie se siente forastero en Castellar, y el mejor ejemplo lo tenemos en todos los que un día vinieron para quedarse para siempre, en estas fechas festivas menos aún. Aquí nadie es extraño, ni puede considerarse como tal. Y esto no es un cumplido hacia ustedes, sino tan solo el testimonio de alguien que sin merecerlo, ha recibido uno de los más altos honores que se puedan conceder: abrir esa puerta maravillosa de la Feria y Romería 2016.Una feria que, en estos tiempos en los que vivimos tan deprisa, en los que hay controversia, incluso, en cómo desarrollar la fiesta, disfrutar de una feria que algunos dicen pequeña en dimensiones pero grande en corazón, se hace, creo modestamente, más necesario que nunca. Por ello, disfruten de sus casetas, de ese paseo de caballos que mañana, si no tengo mal la información podrán ver en sus calles, de esos amigos que vuelven, de sus vecinos, de las visitas, esperemos que ninguna incómoda, y de todo lo que es la esencia de un pueblo como este. Agradable, limpio, saludable y sobre todo con una gente que lo hace maravilloso.

Esto va tocando a su fin, sólo que me queda agradecer a mi buen amigo y periodista Ernesto Rodríguez, su colaboración a la hora de hacer este pregón. Así que, para no cansarles más, como prometí al inicio, me despido como hice en el saluda del programa oficial. De parte de este guadiareño de nacimiento, algecireño de adopción y algecirista confeso, muchas Gracias CHISPARREROS, desde lo más profundo de mi corazón.Feliz Feria y Romería 2016. Una que nunca olvidaré, puesto que tengo el privilegio de vivirla desde una atalaya que jamás pensé. Aquí tienen ustedes un amigo para siempre.Nada más, millones de gracias por su paciencia, y a disfrutar de la fiesta. Buenas noches.

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