Quien ha dado una rueda de prensa en la clínica CEMTRO de Madrid, donde el expresidente está ingresado. «Todo nos hace indicar que el desenlace es inminente», ha dicho.Según ha relatado, el expresidente ha experimentado una «mejoría» de la neumonía –que motivó su último ingreso el pasado lunes–, pero la enfermedad neurológica que padece desde hace años «ha avanzado mucho». «Es inminente y puede ser mucho más rápido de lo que creemos», ha manifestado.Así, conforme al deseo que expresó en su día el expresidente, su hijo ha comunicado la situación esta misma mañana tanto al Rey como al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. También ha precisado que se le han «administrado los Santos Sacramentos y está en paz».
A partir de ahora, Suárez Illana ha dicho que el final «está en manos de Dios» y que médicamente recibirá apoyo «para que no tenga ningún tipo de sufrimiento y dejarle marchar en paz». Además, ha afirmado que estos últimos días están siendo «felices» para el expresidente, rodeado de sus familiares. «Nos ha regalado más sonrisas quizá que en los últimos cinco años», ha comentado, detallando que esta mañana estaba reunido con su hermano Polo.EL REY, PENDIENTE DE SU ENFERMEDADEl hijo del expresidente, muy emocionado, ha destacado la «excepcional» relación de su padre con el Rey Juan Carlos al que, según ha dicho, no ha tenido que darle muchas explicaciones esta mañana porque Don Juan Carlos ha estado pendiente de la enfermedad de Suárez desde hace 11 años «y estos últimos días con más intensidad».En este sentido, ha subrayado también la «gratitud absoluta» del expresidente hacia el Rey. «Gracias al Rey mi padre fue presidente del Gobierno, gracias al Rey pudo hacer lo que más le gustaba y en un momento único en la Historia de España», ha manifestado.»Esos dos hombres cambiaron el rumbo de la Historia, podría haber sido de otra manera», ha proseguido Suárez Illana, que ha dirigido a Don Juan Carlos palabras que éste dijo en una ocasión sobre el expresidente: «Sin su ayuda seguramente España no habría volado nunca ni tan alto ni tan lejos».»LA MIRADA PICARONA DE SUÁREZ SE HA MANTENIDO HASTA EL FINAL»Además, ha relatado que la enfermedad de su padre fue muy rápida al principio y luego «se estancó». Así, ha recordado que desde que cayó enfermo «no había una relación intelectual con él» y que él no ha tenido «dolor ni sufrimiento», al menos que la familia haya podido apreciar. En cambio, ha subrayado que «sí había una relación afectiva», así que «la mirada picarona de Suárez se ha mantenido hasta el final».Suárez Ilana ha reconocido que la familia lleva 11 años preparándose para este momento, «pero nunca es fácil». Así, tras agradecer a los periodistas la relación de respeto a la familia, ha dicho que no sabe si podrá ser él personalmente quien informe del fallecimiento de si padre cuando se produzca.»Estoy al límite, a la siguiente no sé si voy a llegar, si no llego me perdonan y que sean los médicos los que la den, es inminente, y puede ser mucho más rápido de lo que creemos, estamos ya en manos de Dios», ha dicho, con lágrimas en los ojos.Adolfo Suárez nació en 1932 en la localidad de Cebreros (Ávila). Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca, desempeñó varios puestos en la estructura del régimen franquista. En 1969 fue designado director general de Radio Televisión Española, cargo en el que permaneció hasta 1975, año en el que fue nombrado vicesecretario general del Movimiento. El 11 de diciembre pasó a formar parte del gobierno de Carlos Arias Navarro como ministro general del Movimiento.Tras la dimisión de Arias Navarro, el Rey Don Juan Carlos le encargó formar gobierno y fue nombrado presidente del Ejecutivo el 3 de julio de 1976. En 1977 fue ratificado por los ciudadanos como presidente del Gobierno en las primeras elecciones generales que se celebraban en España desde 1936, al frente de la Unión de Centro Democrático.El 10 de abril de 1977 Suárez legalizaba el Partido Comunista de España con Santiago Carrillo como secretario general. Casi dos años después, el 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, en el que sería su tercer y último mandato. Ante las divergencias en el seno de su partido, el terrorismo de todo signo y la moción de censura presentada por el PSOE en 1980, el 29 de enero de 1981 presentó su dimisión. Ese mismo año recibió de manos del Rey el titulo de Duque de Suárez.Tras dejar el Gobierno, Suárez dejó la UCD y fundó el Centro Democrático y Social (CDS) que en las elecciones de 1982, que ganó el PSOE con Felipe González al frente, obtuvo solo dos diputados. Suárez participó en las elecciones de 1986 y 1989 con el CDS en las que revalidó su escaño por Madrid. Finalmente, tras un mal resultado en las municipales y autonómicas de 1991 dimitió como presidente del partido y anunció su abandono de la política. En 1996 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su notable contribución a la Transición española.