IAM/Redacción El Mirador de Cazalla ha recibido durante 2017 alrededor de 7.200 visitas que se reparten en las casi 2.000 del primer semestre y las 5.341 personas del segundo. (Foto Mirador de Cazalla).
Estos datos refuerzan la necesidad de seguir trabajando en el mirador para adecuar las instalaciones al continuo flujo de visitantes, algo que este año se ha notado fundamentalmente entre agosto y septiembre, época de migración de las aves y meses en los que han pasado por allí 3.145 de las 5.341 personas de todo el segundo semestre. En cuanto a las nacionalidades de los visitantes en el segundo semestre, 2.790 han sido españoles y el resto de países como Reino Unido, Holanda, Bélgica, Noruega o Dinamarca, países donde la ornitología genera un especial interés y desde donde nos han visitado para ver el gran espectáculo de la migración.Por meses, septiembre fue el mejor mes del segundo semestre, con 1.924 personas que visitaron Cazalla, interesándose por la migración de las aves. De ellos, 1.341 eran observadores que venían con el objetivo de ver aves y 583 fueron turistas de paso interesados por la migración y por las vistas del mirador. Agosto fue el segundo mejor mes, con 1.221 visitantes y octubre el tercero con 750 visitantes.Desde la Delegación Municipal de Turismo este año se hizo una apuesta por Cazalla llevando a cabo no sólo la atención al público, sino también diversas actividades para potenciar este punto estratégico. El concejal de Turismo, Sebastián Galindo ha destacado que “en su primer año, Cazalla ha superado nuestras expectativas. Alrededor de 1.800 personas visitaron durante el primer semestre las instalaciones y durante el segundo la cifra casi se triplica. Apostamos por el turismo ornitológico y esto es una prueba de la importancia de este sector. Meses como agosto o septiembre, o marzo y abril son claves en la migración de las aves, y este año lo hemos podido comprobar con las cifras de visitantes”.Galindo ha señalado también que los eventos de bienvenida y de despedida de las aves migratorias “no sólo tienen un efecto migratorio para las aves, sino también de flujo para turistas. Este año en septiembre hubo días de colapso en momentos puntuales en Cazalla debido a la gran afluencia de público, que dejó pequeñas las instalaciones. Un bendito problema, aunque tenemos que trabajar para mejorar. Este ha sido el primer año que hemos gestionado este centro y además de poder confirmar que esta actividad es importante para Tarifa, también hemos visto que podemos mejorar de cara a 2018”.Para el próximo 2018 está previsto continuar con la realización de eventos en las épocas de migración de aves, tanto en primavera con la llegada de las aves desde África como en verano y otoño con la migración hacia el continente vecino.