La bronca: Unas cifras que huelen a paraiso

IAM/Opinión

Partiendo del «No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo». Sin mujeres de por medio sino la noticia de que “Gibraltar tiene dos empresas por habitante”,  pensando mal e igual acertando la Roca es un paraíso, pero fiscal.Y es que la realidad nos demuestra que estos paraísos fiscales no han desaparecido. Gibraltar: Más empresas que habitantes. Gibraltar es un territorio de ultramar del Reino Unido y por lo tanto parte de la Unión Europea. Con apenas 30.000 habitantes, hace tiempo que el poderoso sector financiero del Peñón devoró a las actividades propias de la economía real, como la pesca o incluso el turismo. Gracias a eso, este territorio de apenas 7 kilómetros cuadrados de extensión, consigue un superávit anual que ronda el 30% de su PBI y el milagro del pleno empleo. Gibraltar también cuenta con una fiscalidad débil que atrae a multitud de empresas (muchas de ellas punto com) y carece de un impuesto sobre el consumo, lo que le permite lograr precios muy competitivos. El resultado es que el Peñón tiene registradas en su territorio más de 80.000 empresas: más de dos empresas por habitante.La Unión Europea no parece por la labor de llamar la atención al Reino Unido por amparar a este territorio. Al igual que tampoco tiene la intención de arrojar luz sobre uno de sus socios más antiguos.La banca es 20 veces el PBI de LuxemburgoEn el corazón de Europa, el pequeño ducado de Luxemburgo formaba parte de la Unión Europea antes incluso de que esta existiera como tal.Con apenas 2.500 kilómetros cuadrados, Luxemburgo alberga más de 150 entidades, cuyos activos multiplican por 20 el PBI del país.El sector empresarial también cumple con las características de un paraíso fiscal. Luxemburgo cuenta con 9.000 holdings de compañías registrados en su territorio. La Tax Justice Network calcula que el 13% del mercado mundial de empresas offshore (domiciliadas fuera del país de origen) está en Luxemburgo.Luxemburgo pudo darse por aludido cuando Mario Draghi dijo el pasado viernes que aquellas «economías con «Chipre es un caso especial», repitieron incansablemente las autoridades europeas para justificar la quita de hasta el 40% a los depósitos chipriotas como único medio para concederles el rescate.Bajo el pretexto de un sobredimensionado sistema bancario (7 veces superior al PBI del país) y una legislación offshore, Chipre fue adecuadamente «castigado» con el rescate más duro impuesto hasta la fecha a ninguna economía europea.Sin embargo, el caso de Chipre no es tan único y excepcional. Gibraltar, Malta o Luxemburgo, territorios de la UE, también encajan en la definición de paraíso fiscal.Los tres economías compartieron plaza en la lista negra de paraísos fiscales que elaboró la OCDE hasta el 2011. Allí aparecieron también otros países europeos como Andorra, Liechtenstein o Mónaco.Desde entonces, todos estos territorios se han ido sumando al acuerdo con la OCDE para vigilar las cuentas extranjeras y en consecuencia, la organización internacional les ha borrado del listado. Sin embargo, la realidad nos demuestra que estos paraísos fiscales no han desaparecido.Gibraltar: Más empresas que habitantesGibraltar es un territorio de ultramar del Reino Unido y por lo tanto parte de la Unión Europea. Con apenas 30.000 habitantes, hace tiempo que el poderoso sector financiero del Peñón devoró a las actividades propias de la economía real, como la pesca o incluso el turismo. Gracias a eso, este territorio de apenas 7 kilómetros cuadrados de extensión, consigue un superávit anual que ronda el 30% de su PBI y el milagro del pleno empleo.Gibraltar también cuenta con una fiscalidad débil que atrae a multitud de empresas (muchas de ellas punto com) y carece de un impuesto sobre el consumo, lo que le permite lograr precios muy competitivos.El resultado es que el peñón tiene registradas en su territorio más de 80.000 empresas: más de dos empresas por habitante.La Unión Europea no parece por la labor de llamar la atención al Reino Unido por amparar a este territorio. Al igual que tampoco tiene la intención de arrojar luz sobre uno de sus socios más antiguos.La banca es 20 veces el PBI de LuxemburgoEn el corazón de Europa, el pequeño ducado de Luxemburgo formaba parte de la Unión Europea antes incluso de que esta existiera como tal.Con apenas 2.500 kilómetros cuadrados, Luxemburgo alberga más de 150 entidades, cuyos activos multiplican por 20 el PBI del país.El sector empresarial también cumple con las características de un paraíso fiscal. Luxemburgo cuenta con 9.000 holdings de compañías registrados en su territorio. La Tax Justice Network calcula que el 13% del mercado mundial de empresas offshore (domiciliadas fuera del país de origen) está en Luxemburgo.Luxemburgo pudo darse por aludido cuando Mario Draghi dijo el pasado viernes que aquellas «economías con un sector bancario demasiado grande» eran más permeables a sufrir la suerte de Chipre. La advertencia fue asimilada por Luc Frieden, ministro de Finanzas de Luxemburgo.Según publica el diario «Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung», Luxemburgo sopesa ahora aumentar la transparencia de su sistema bancario para ayudar a la lucha contra la evasión fiscal.»La tendencia internacional va hacia un intercambio automático de la información sobre los depósitos bancarios. Ya no nos opondremos terminantemente a ello», ha anunciado al rotativo alemán.En una intentona de lavado de imagen, Frieden ha indicado que su Gobierno desea «fortalecer la cooperación con las autoridades fiscales de otros países», porque el sistema bancario y financiero de Luxemburgo «no se basa en los clientes que quieren evitar el pago de impuestos».En ocasiones anteriores, Frieden ya había asegurado que el objetivo de su Gobierno es que el sistema bancario y financiero luxemburgués atraiga a los clientes por su calidad, no por la opacidad con la que opera, según informó la cadena británica BBC.MaltaQuizás el caso de Malta sea el más parecido a Chipre. Ambos son islas de pocos habitantes y comenzaron a formar parte de la Unión Europea en el 2004.Las compañías establecidas en esta isla se benefician de una fiscalidad laxa, producto de la doble imposición con 58 países, que permite obtener unos rendimientos fiscales muy elevados.Además aunque el impuesto de sociedades es probablemente el más alto de Europa (el 35%), las numerosas deducciones que finalmente la imposición real sea de entre el 0% y el 6,5%.La Unión lo permitePese a las constantes alegatos a favor de la transparencia de las altas esferas de la Unión Europea, el hecho es que Europa ha admitido como socios a estos países y además ha firmado sendos tratados comerciales con otros países de estas características, como Suiza o Liechtenstein.La presunta lucha de la Unión Europea contra los paraísos fiscales peca de doble rasero: por una parte el que con contundencia cercenó el sistema bancario chipriota; por otra, el que abre la puerta a la avaricia de los que (de momento) no molestan.

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