Algeciras rinde homenaje hoy a uno de sus sacristanes más queridos, Diego Valencia, de la Iglesia de Nuestra Señora la Palma, que fue asesinado hace ya un año por el presunto yihadista Yassine Kanjaa, un joven de 25 años que provocó verdadero pánico en la ciudad gaditana el pasado 25 de enero de 2023 mientras perpetraba un ataque terrorista contra varias parroquias.
El acto en memoria de la víctima, convocado por el consistorio de la localidad con el apoyo de los familiares del religioso, se celebrará a las 19:45 horas en la Plaza Alta, lugar donde Valencia, que ya había recibido una puñalada en el abdomen, cayó al suelo intentando huir del agresor, pero donde fue alcanzado y rematado.
Esa fatídica tarde noche también resultó herido de gravedad un sacerdote, el padre Antonio Rodríguez Lucena, de 74 años, que ejercía en la Capilla de San Isidro, y que consiguió recuperarse tiempo después.
Un año muy duro para la familia
Hoy se cumple un año desde que el caos, el miedo y la indignación tiñeron de negro a la ciudad, un lugar de 140.000 habitantes donde conviven, de manera pacífica, 140 religiones diferentes y donde todos condenaron el ataque, un acto que sigue siendo juzgado por la Audiencia Nacional.
Mientras tanto, la familia de Diego Valencia ha remitido a los medios una carta abierta en la que han agradecido «las innumerables muestras de cariño» recibidas a lo largo de este año, «como prueba y demostración de que su vida (la del sacristán) y la de tantas otras personas pertenecientes a la iglesia, estuvo y está cargada de sentido». Han sido “12 duros meses”, expresaban sus allegados, tiempo en el que se «ha añorado su figura y recordado las fatales circunstancias en las que falleció». «Lo hemos hecho desde el recogimiento que nos demandaba nuestro estado de ánimo», siendo conscientes «en todo momento del apoyo que amigos y personas desconocidas nos han hecho llegar». Es por eso que han agradecido a todos ellos «su generosa cercanía y desinteresada solidaridad, sin las que, sinceramente hubiera sido difícil soportar el dolor generado».
La familia ha comentado que el sacristán «descansa amparado por la Virgen de la Palma» y han pedido al Señor que «se apiade de quienes generan y han generado tanto mal en el mundo, porque no son conscientes de sus actos». «Por encima de ellos, queda la obra de Dios y de las personas que, como nuestro querido y amado Diego, dedican su vida a poner en práctica la palabra del Señor, desde la fe, la esperanza y la caridad», han manifestado.
Diego ya se había enfrentado al agresor
Diego, como explicaba uno de sus amigos a este periódico poco después de su fallecimiento, era una persona muy querida en la ciudad. Vinculado al mundo cofrade y amante del carnaval, contaba con un círculo amplio de amigos y conocidos, y todos ellos lo definían como una persona buena y comprometida con los demás. Su sorpresiva muerte dejó a la sociedad algecireña sumida en el dolor y la indignación.
De hecho, según relataron algunos testigos, el sacristán, que habría echado al agresor del templo días antes del ataque, salió de la catequesis que estaba impartiendo alertado por los gritos de los feligreses y se enfrentó al joven. Fue en ese momento cuando recibió un machetazo en el abdomen que le hizo retroceder a la sacristía e intentar escapar. Poco después, ya al aire libre, en la Plaza Alta, caería al suelo y recibiría otros golpes por parte del agresor que resultaron mortales.
Una concentración para rendir homenaje al sacristán y condenar el terrorismo
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, anunciaba que este acto de memoria tendrá lugar a las 19,45 horas de la tarde en la Plaza Alta, el punto en el que se iniciaron los ataques y donde falleció el sacristán. «Esperemos que estemos todos los que podamos para demostrar nuestro cariño a las familias, el recuerdo por los que faltan y, sin lugar a dudas, el rechazo del terrorismo y el rechazo de cualquier acto de violencia», ha manifestado Landaluce sobre esta convocatoria. Cabe reseñar que tras la concentración, a las 20,00 horas, dará comienzo en la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma una misa funeral en recuerdo de quien fuese sacristán de este templo.
Yassine Kanjaa, el agresor de origen marroquí, fue detenido la misma noche de los hecho y aseguró a los agentes que se sentía «un elegido» de Alá y que el asesinato del religioso «le abrió las puertas del paraíso», está siendo juzgado por la Audiencia Nacional en Madrid, aunque su abogado ha pedido en varias ocasiones que su causa sea juzgada en Algeciras, lo que ha sido rechazado por el juez que instruye la causa.
En ese sentido, cabe señalar que el pasado noviembre el magistrado acordó procesarle por un delito de asesinato terrorista y otro de lesiones terroristas, explicando que el primero podía acarrear la prisión permanente revisable. Asimismo, decidió mantenerle en prisión provisional e imponerle una fianza de 100.000 euros.