La aparición en la costa de Cádiz de las algas invasoras (rugulopteryx okamuare) ha obligado a poner en marcha iniciativas que ayuden a su aprovechamiento, algo que han llevado a cabo Luz Pelayo y Mari Luz Caballero, dos alumnas de la Sección de Educación Permanente (SEP) de Tarifa que gestiona Antonio Vegara, y que con su proyecto para combatir la seca del alcornocal están logrando que estos árboles hayan mejorado «en un 15%» desde que utilizan estas algas como fertilizantes.
Su proyecto se está probando desde hace dos años en seis alcornocales de la Finca La Almoraiba, donde Luz Pelayo, una de sus responsables, ha asegurado a Europa Press que está dando «muy buen resultado».
Las algas que utilizan para crear este fertilizante que es «replicable por cualquier persona» se recogen de los arribazones en las playas de Tarifa, a través de una autorización municipal expresa para esta actividad investigadora. De hecho, este municipio gaditano está siendo este verano uno de los más afectados por estas algas invasoras, cifradas ya en más de 9.000 toneladas.
Sobre el fertilizante, Luz Pelayo, ha señalado que la idea es que «sea replicable para cualquier persona que tenga una finca», porque lo que quieren es que sea «fácil de hacer» y que pueda «usarse más». Es por eso que este producto es «fácil y barato», porque «no nos vale hacer un fertilizante que nos cueste muy caro y muy elaborado».
En el último año han llegado a elaborar unos 800 litros de fertilizante, el cual requiere de un proceso de varios meses desde que se recoge el alga y se limpia, hasta que, tras la mezcla con otros ingredientes –caña de azúcar y agua de lluvia–, se convierte en el producto deseado.
En ese sentido, ha lamentado que ni ella ni su compañera, Mari Luz Caballero, cuenten con fondos ni ayudas para desarrollar su proyecto, que tiene que limitarse a seis árboles debido a la falta de recursos. Los costes por recoger el alga y elaborar el fertilizante lo asumen ellas dos con medios propios.
Como ha dicho, le gustaría poder extender este proyecto «a muchos más alcornocales» pero por ahora no tienen capacidad económica para poder hacer más cantidades de fertilizante contra la seca. «La idea sería tener muchos más árboles, pero nosotras no podemos, no podemos hacer fertilizantes para tantos árboles», ha comentado.
Para este nuevo curso, esperan continuar con el proyecto probando su fertilizante de algas en los alcornocales de la Almoraima, una finca con la que alcanzaron un acuerdo no comercial para probar su idea.
En cuanto a los avances que han podido comprobar en los seis árboles a los que se le aplica este fertilizante, una de las responsables de este proyecto ha explicado que lo hacen «de forma visual», a través de fotográficas tomadas cada cierto tiempo, ya que no cuentan con un «gran laboratorio» ni más recursos para «un análisis más profundo». No obstante, ha defendido que con la comparativa de imágenes puede observarse que los árboles «han mejorado» y que su producto funciona.
Por eso, y al igual que se reclama desde el Ayuntamiento de Tarifa, ha pedido que el Ministerio de Transición Ecológica permita la comercialización de estas algas invasoras y así «valorizar» este elemento que es cada vez más frecuente en las costas gaditanas y que perjudica al turismo y a los recursos económicos de los consistorios, que deben hacer frente al gasto que supone retirarlas de sus playas.
Su idea, según ha afirmado, es «valorizar el alga» y «en vez de enterrarla, darle un uso», retirándola de la costa para utilizarla en distintos proyectos que puedan desarrollarse con ella, como productos cosméticas en los que la propia Luz Pelayo trabaja.
Este proyecto contra la seca del alcornocal usando algas invasoras obtuvo el segundo premio en el concurso Concienciarte 2023 del Parque Natural del Estrecho.