Tarifa podría estar más cerca de poner fin al caos circulatorio que cada año se agrava con la llegada de miles de visitantes. La Diputación de Cádiz ha encargado un estudio estratégico para diseñar un sistema de estacionamiento regulado por colores y una reordenación integral del tráfico, una intervención largamente esperada por vecinos y comerciantes ante la saturación crónica que vive el municipio.
La propuesta busca crear una estructura clara y moderna: un modelo de movilidad que permita distinguir zonas por necesidades reales —rotación corta, estancias medias y aparcamiento exclusivo para residentes— y que reduzca de manera efectiva los atascos, las maniobras eternas y la ocupación irregular del espacio público.
El estudio, adjudicado por la Agencia Provincial de la Energía a Colin Buchanan Consultores por 13.189 euros, ya está en marcha. Será la guía técnica sobre la que el Ayuntamiento desarrollará las nuevas áreas reguladas y la redistribución del viario urbano.
Un diagnóstico para transformar un problema histórico
Representantes de Diputación y Ayuntamiento se reunieron recientemente en la Casa Consistorial para definir los primeros pasos del proyecto. En el encuentro participaron el vicepresidente segundo, Javier Vidal; el diputado y concejal tarifeño Ignacio Trujillo; el primer teniente de alcalde, Jorge Benítez; la concejala de Fomento y Limpieza, Celia Rico; el jefe de la Policía Local, Rafael Meléndez; y el equipo técnico de la empresa responsable.
Vidal subrayó que el objetivo es dotar a Tarifa de una herramienta que permita reorganizar la circulación y establecer un modelo de aparcamiento regulado “eficiente, realista y aplicable por fases”. El documento no contempla obras inmediatas, sino una hoja de ruta para implantar el nuevo sistema con garantías.
El diagnóstico parte de una realidad conocida:
ejes viarios saturados en horas punta,
falta de aparcamientos periféricos,
escasa rotación en áreas reguladas,
insuficiente señalización e información en tiempo real,
y una convivencia compleja entre tráfico rodado, peatones y ciclistas.
Todo ello amplificado por el impacto turístico y la Operación Paso del Estrecho.
Un modelo por colores para recuperar espacio y orden
El Ayuntamiento ya avanzó meses atrás una primera estructura basada en zonas diferenciadas por color, que ahora se recupera dentro del nuevo plan:
Zona azul: rotación rápida, pensada para estancias cortas.
Zona naranja: tiempo de aparcamiento más amplio para usuarios de media duración.
Zona verde: uso exclusivo para residentes, especialmente afectados en el casco histórico.
Este esquema, inspirado en modelos aplicados con éxito en otras ciudades andaluzas, se integrará ahora en un estudio más amplio con simulaciones, cartografía, análisis de movilidad y propuestas de gestión.
Según Benítez, la medida es “prioritaria en un municipio turístico como Tarifa”, donde la movilidad condiciona el día a día tanto de los vecinos como de los visitantes.
Herramientas modernas para una solución a largo plazo
El plan incluirá:
matrices de movilidad basadas en datos de telefonía,
trabajos de campo y mediciones reales,
simulaciones de tráfico actual y futuro,
y un análisis detallado de las zonas aptas para regulación.
El resultado será un documento técnico listo para servir de base a futuras licitaciones municipales.
Una demanda ciudadana cada vez más urgente
El debate sobre el aparcamiento encabeza las preocupaciones de los tarifeños, según la consulta pública realizada para la nueva ordenanza municipal. La población del municipio puede triplicarse en temporada alta, y barrios enteros —especialmente el centro histórico— ven cómo se vuelve casi imposible acceder a las viviendas.
El Ayuntamiento trabaja también en nuevas bolsas de aparcamiento público y privado, entre ellas:
la explanada de autocaravanas en Guillermo Pérez Villalta y Mar del Norte,
el parking del Paseo del Retiro,
el futuro estacionamiento de El Olivar con 350 plazas,
y las parcelas del parque Feria.
Propuestas ciudadanas para un modelo más allá del coche
La plataforma Tarifa no se vende (TNSV) ha presentado además propuestas para completar el modelo: parkings periféricos conectados con lanzaderas, alquiler de bicicletas, información en tiempo real sobre aforos, cierres puntuales al tráfico en zonas saturadas o vigilancia reforzada en áreas sensibles.
Su objetivo es reducir el impacto ambiental y el desorden generado por la búsqueda continua de aparcamiento.
El estudio de movilidad financiado por Diputación aspira a convertirse en la base de un modelo más eficiente, equitativo y sostenible, en palabras de Vidal, que devuelva fluidez al municipio, favorezca al comercio local y recupere espacio para las personas.
