Cada año, cuando llega Septiembre en Tarifa, me lleno de expectación y alegría. ¡Es cuando empieza lo mejor!
A muchos visitantes se les acaban sus vacaciones aquí y regresan a sus lugares de residencia cargados de recuerdos inolvidables, con la esperanza de volver al año que viene a su paraíso. Para los que tenemos la suerte de vivir aquí, septiembre es uno de los meses más hermosos y esperados. Nos reencontramos de nuevo los “residentes”, algunos pasamos el verano fuera y otros se quedan aquí, pero trabajan tan duro que casi no se les ve.
En septiembre volvemos a bajar el ritmo y a encontrarnos paseando, viendo atardecer en la Playa, tomando un café de mañana en Bernal o bailando en la Feria.
En Septiembre recuperamos nuestro lugar en Playa Chica, sitio para aparcar el coche y una mesa sin esperar demasiado en el Picoteo o en el Francés. Ya no hay prisa ni estrés, no hay cortes de luz, ni colas de coches para entrar y salir, vuelve a ser mi pueblo y encuentro a más tarifeños que turistas.
En septiembre los niños vuelven a reencontrarse con sus amigos en el cole y nosotros iniciamos nuestras rutinas de deporte, amigos y actividades.
Cada septiembre, me siento particularmente feliz y afortunada de volver a casa, de vivir en Tarifa, en el lugar que vuelve a ser mi paraíso después de los excesos del verano.
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