Las condiciones meteorológicas que se han registrado este verano en el Estrecho de Gibraltar, con una importante presencia de vientos de levante, han provocado que en la localidad de Tarifa se hayan recogido por el momento más de 2.500 toneladas de algas invasoras de sus playas, lo que supone en torno a 10.000 toneladas menos que el verano pasado.
El descenso en la acumulación de estas algas asiáticas, que desde hace años afectan a las costas del Campo de Gibraltar, ha supuesto un respiro tanto para los servicios municipales de limpieza como para el sector turístico, que en plena temporada alta afronta cada año el reto de mantener las playas en condiciones óptimas.
Fuentes municipales destacan que, pese a la reducción, el problema sigue siendo de gran envergadura y requiere un esfuerzo logístico y económico notable. La retirada de estas algas invasoras implica el uso de maquinaria especializada, camiones de transporte y una gestión posterior en vertederos autorizados.
En años anteriores, la presencia masiva de este alga había ocasionado quejas tanto de bañistas como de empresarios de hostelería y turismo, al afectar a la imagen de las playas y dificultar la práctica de deportes acuáticos. Este verano, gracias al levante, la llegada de los bancos de algas a la orilla ha sido más limitada, lo que ha permitido disfrutar de un litoral más limpio y accesible.
No obstante, expertos advierten que la proliferación de esta especie sigue siendo una amenaza ecológica para los ecosistemas marinos del Estrecho, donde desplaza a la flora autóctona y afecta a la actividad pesquera. Por ello, insisten en que, aunque los datos de este verano sean positivos, el problema está lejos de solucionarse y será necesario mantener medidas de control y seguimiento en los próximos años