Los Verdes de Europa-Tarifa manifiestan que al aflorar después de 17 años el Convenio de “Costa Tarifa S.L.” firmado bajo el gobierno del alcalde socialista Miguel Manella en una zona denominada la Cañada de Brocons y Ramos, que colinda entre otros con la Colada que vá a Los Molinos y al Puerto de la Cruz, que se pretende convertir en un pelotazo urbanístico más, demuestra la posible existencia de otros convenios del pasado y presente que la ciudadanía desconoce.
Se sigue persiguiendo un planeamiento insostenible, a pesar de la evidente pérdida de biodiversidad, la falta de agua y el consecuente con ello ligado aumento de residuos.
Indican que a este reciente convenio con turbios antecedentes (1), con un contencioso abierto por parte del promotor contra el Ayuntamiento, se ha realizado un recurso de reposición por parte de la Asociación “Somos Tarifa”. (2)
En el recurso se llega a la conclusión, que éste convenio, que plantea un proyecto relacionado con el mundo del caballo, se debe considerar nulo de pleno derecho al lesionar los derechos de la ciudadanía, existiendo un trueque de obligaciones entre la entidad promotora y el Ayuntamiento, donde el primero se compromete al pago de unas infraestructuras relacionadas con las deficiencias del saneamiento de la ciudad ejecutando para ello el Ayuntamiento la Revisión del Plan General de Ordenación Urbanística de Tarifa integrando el pretendido desarrollo urbanístico de los terrenos actualmente rústicos de la promotora. Convenios, dicen, que entienden como “desviación de poder” ya que, el Ayuntamiento es el único que tiene la potestad y la obligación de la ejecución de una correcta planificación de infraestructuras que ha incumplido por inacción continuada, pretendiendo solventar ésta traspasando su obligación a la intervención privada.
Manifiesta la portavoz del grupo verde que considera este tipo de convenios muy lamentables, ya que en definitiva es toda la ciudadanía que tendrá que pagar los costos de una que considero pésima administración. El Ayuntamiento está embarcado en contenciosos que van aflorando a medida de los años, y, en buena parte provienen de este tipo de convenios dejando como pregunta si los dirigentes tienen pocas luces o tienen demasiados intereses que no salen a público por ejecutarse a puertas cerradas. No se puede exigir a propietarios que pretenden un Proyecto determinado, que asuman costos de infraestructuras de saneamiento que deberían estar finiquitadas y como contraprestación, realizar la Revisión de un Plan General. No nos encontramos en un bazar, opina, una cosa no tiene nada ver con la otra. Y todo, bajo la excusa de “interés público”, un interés donde la mayoría del público ni se entera de su supuesto interés y donde la minoría lo implanta, manifiesta indignada.
El grupo verde se pregunta si existen más convenios urbanísticos de ésta índole o similares que son solo del conocimiento de algunos políticos o de la propia administración, pero del desconocimiento oficializado ante la población. La ciudadanía, dicen, a medida que ven surgir zonas de recreo, parques infantiles, cerramientos de calles, comienza a rumorear de sus posibles “benefactores” y sus posibles “contraprestaciones”, lo que deja en evidencia actuaciones que con el tiempo lamentablemente se han implantado como “normales”, deteriorando el convivir de la sociedad.
Los Verdes de Tarifa, no representados en el Ayuntamiento, solicitan a los políticos con representación, que reconsideren que los viejos preceptos de un urbanismo desaforado aplicado por sus propios antecesores durante años, está llevado a nuestra sociedad a un grave problema estructural. Sugieren, por el bien de la ciudadanía de Tarifa, comenzar a distanciarse de las actuaciones de sus antecesores con humildad, poniendo la verdad en la mesa y pidiendo sinceras disculpas, para así poder comenzar otras etapas políticas.