Coté Frades: Entre el arte, el fuego y el fieltro. Tarifa. Tierra de viento, libertad y contrastes. Aquí es donde Coté Frades, originaria de Chile, encontró el escenario perfecto para unir dos mundos: la cocina de autor en eventos privados y el arte de moldear sombreros únicos a mano. Hoy, nos centramos en este segundo universo: el de las siluetas, los materiales nobles y la esencia que se esconde en cada ala, copa y detalle.
Tu proceso es completamente artesanal. ¿Qué significa eso para ti, en un mundo dominado por la producción masiva?
Para mí, lo artesanal no es solo una técnica, es una postura. En cada sombrero hay tiempo, manos, fuego, agua, intuición. No repito fórmulas. Cada pieza nace para alguien, con su forma y su historia. Es mi manera de resistir la prisa y devolver valor a lo hecho con alma.
¿Qué inspira las formas (shapes) que creas?
Todo empieza por el rostro y la actitud de la persona. Observo. ¿Qué quiere resaltar? ¿Qué quiere ocultar? ¿Qué vibra tiene? Moldeo cada sombrero a mano, sin moldes industriales, porque el shape correcto puede transformar la energía de quien lo lleva. A veces es puro instinto, a veces nace de una conversación, de un recuerdo o incluso de una canción.
Los detalles marcan la diferencia. ¿Cómo eliges las decoraciones?
Me gusta pensar que el sombrero es un lienzo que se habita. Las cintas, las plumas, los bordados… son capas de historia. Uso materiales que recojo en mis viajes o que tienen un valor simbólico. Nada es casual. Lo que uno lleva en la cabeza debería ser casi un manifiesto personal.
Tarifa parece un lugar muy particular para crear sombreros de lujo…
Sí, y justamente por eso. Tarifa no impone. Te deja ser. Me inspira el mar, el viento, la mezcla de culturas. Aquí puedo cocinar para diez personas en un cortijo por la noche y al día siguiente moldear fieltro mientras suena el levante. No quiero una vida lineal. Mis sombreros tampoco lo son.
¿Quién es la persona que busca tus sombreros?
Alguien que no quiere parecerse a los demás. Que valora lo auténtico. No busco crear tendencias, busco crear vínculos. Mis clientas y clientes llegan por recomendación, por curiosidad, por afinidad. Y se quedan porque encuentran una pieza que habla de ellos.
¿Próximos pasos?
Seguir explorando. Estoy trabajando en una mini colección cápsula inspirada en amuletos de distintas partes del mundo. Que el sombrero no sea solo un complemento sino un amuleto protector, todos deberían proteger su energía en un mundo tan caótico como el que tenemos en estos tiempos.
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Un comentario
Maravillosa Cote!!! Tanto en la cocina como haciendo sombreros!!! Tiene unas manos, de oro! Un beso amiga!