«En el fondo todo está peor». Así resumía el profesor y responsable de la SEPER Tarifa, Antonio Vegara Jiménez tras ver el video grabado por el buceador tarifeño Carlos Figueroa Robles donde mostraba la profundidad y frondosidad del alga invasora Rugulopteryx okamurae que está depositada en el fondo marino de nuestras costas.
Y es que el video habla por si sólo tal y como refiere Vegara, pero él nos lo cuenta así;
«El pescador deportivo a pulmón Carlos Figueroa Robles me manda esta prueba documental de las acumulaciones submarinas cerca de la costa tarifeña, a seis metros de profundidad, 80 cm de alga en una alfombra de kilómetros.
Y eso que él, a principios de verano, me decía: «la cosa está mejor, parece que hay menos». Con un sonrisa socarrona intenté decirle: «deja que coja sol, ya verás como crece».
El caso es que nos rajamos las vestiduras por lo molesto de las 10.000 toneladas recogidas por el Ayuntamiento de Tarifa Oficial en Los Lances, y casi olvidamos de donde vienen, de lo profundo, de lo que poca gente ve.»
Así mismo, Antonio Vegara nos recuerda que «La producción de alga invasora asiática Rugulopteryx okamurae se da en nuestra costa entre 0 y 45 metros de profundidad, 5 kg por metro cuadrado cada cosecha, en zona de roca no de arena o fango, correspondiendo a las aguas interiores competencia plena de la Junta de Andalucía por lo establecido en el Estatuto de Autonomía. Y se vara en la costa, donde hay una Ley, la puta Ley de Costas, que reparte marrones. Y se vara en la mar. Y la pesca artesanal tiene los días contados.»
Ésta es una contaminación biológica por invasión introducida por el transporte marítimo y alimentada por vertidos de fosfatos.
«Y seguimos en España debatiendo el sexo de los ángeles para no actuar, dejando engordar el problema. Tanto que rodea a la Península Ibérica, invade el norte de Marruecos, los archipiélagos de Azores, Madeira y Canarias; y los puertos de Marsella y Palermo. Sin embargo, hasta la U.E. piensa que España está actuando adecuadamente. Y España que es Andalucía quién no actúa» critica Vegara a las administraciones públicas.
Al final, tomando por nuestras las palabras del profesor Vegara, solo podemos estar muy de acuerdo con que «Entre todos la mataron y ella sola se murió. Si nuestras administraciones no son capaces de coordinarse, ¿qué le vamos a pedir a un patio de colegio?».
