Ya en 2018 se localizaron en este yacimiento arqueológico elementos arquitectónicos. Las últimas excavaciones en Baelo Claudia sacan a la luz un mausoleo destruido por un seísmo en el siglo IV
Las últimas investigaciones arqueológicas en el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia en Tarifa llevadas a cabo por un equipo interdisciplinar de las universidades de Alicante y de Murcia, y dirigidas por Helena Jiménez y Fernando Prados, han sacado a la luz en el yacimiento un mausoleo destruido por un seísmo que tuvo lugar en el siglo IV.
Junto a la decena de sepulcros, muchos de ellos cristianos, y varios elementos decorativos en mármol, se ha localizado, además, el fragmento de plinto y el pie que le faltaba a una estatua femenina que representa a Junia Rufina, actualmente conservada en el museo del Conjunto Arqueológico, espacio gestionado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte.
A este hallazgo se suma el de una escultura de piedra recubierta de estuco, la cual, según apuntan los investigadores, rodó por el suelo a consecuencia del seísmo. Esta pieza, que ha sido objeto de estudio y restauración, corresponde a una cabeza femenina que, por su rostro y peinado, se podría datar en época Flavia, es decir, entre los años 69 y 96. Según apuntan las investigaciones esta escultura podría un retrato funerario dentro de la necrópolis.
Estos trabajos de investigación, financiado por la delegación territorial de Cádiz, y los estudios antropológicos y bioarqueológicos se adscriben al proyecto de investigación ‘Diana. Arqueología de la muerte y cambio social en el estrecho de Gibraltar’, financiado por el Plan Estatal de I+D+I.
El director general de Museos y Conjuntos, Fernando Panea, ha destacado la importancia de los resultados de las investigaciones arqueológicas, así como «el esfuerzo» de la Junta por implementar los equipamientos del Conjunto y «remodelar y actualizar el discurso expositivo del museo». En este sentido, ha señalado que «actualmente» se están mostrando piezas «de gran interés», no expuestas anteriormente como el epígrafe de Junia Rufina.
Ya en 2018 se localizaron en este yacimiento arqueológico elementos arquitectónicos –columnas capiteles– y la inscripción en bronce de Junia Rufina, una gran dama romana que vivió en la ciudad durante la segunda mitad del siglo I.