El absentismo laboral se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza para el empresariado tarifeño en plena temporada alta. Según fuentes consultadas, en algunos negocios con amplias plantilas se alcanza hasta un 15% del equipo humano ausente, un porcentaje que dificulta seriamente la organización y el servicio en un destino que multiplica su población en verano.
“Es imposible planificar con garantías cuando sabes que cada día te van a fallar trabajadores. Y lo más frustrante es que después los ves en locales de ocio nocturno, sin ningún problema de salud aparente”, comenta un hostelero de la zona que prefiere mantener el anonimato.
No se descartan incluso medidas como las del Ayuntamiento de Fuenguirola quien desde 2005 pone detectives a los funcionarios de baja «todas las opciones están sobre la mesa, quien cumpla la ley no tiene nada que temer. Quien necesite la baja de verdad está en su derecho, pero el empresario tambien tiene los suyos».
La situación genera un doble malestar: por un lado, el impacto económico y organizativo para las empresas, y por otro, la falta de responsabilidad hacia los compañeros que deben cubrir turnos más largos o asumir cargas extra. “El absentismo injustificado no solo perjudica al empresario, también desgasta al equipo que sí cumple”, añade otro restaurador.
Aunque el problema del absentismo no es exclusivo de Tarifa, los empresarios locales coinciden en que aquí se acentúa especialmente por el atractivo turístico y el ambiente festivo que caracteriza al municipio durante los meses de verano. “Hay una cultura de la fiesta que, si no va acompañada de compromiso laboral, termina pasándonos factura a todos”, lamenta un representante del sector.
Desde asociaciones empresariales se insiste en que este fenómeno requiere medidas urgentes, tanto de control como de concienciación, para garantizar la sostenibilidad del tejido económico local. “La imagen de Tarifa como destino turístico también está en juego. No podemos permitir que la falta de profesionalidad de unos pocos empañe el esfuerzo de la mayoría”, subraya un afectado.
En un municipio donde el turismo es motor esencial, el absentismo laboral se ha convertido en un problema grave que ocupa y preocupa al empresariado, que reclama soluciones conjuntas para afrontar una situación que amenaza la calidad del servicio en uno de los enclaves más visitados del litoral gaditano.