Concha de la Fuente, luz en la mirada…

IAM/Pymestrecho Concha de la Fuente es la directora del a ONCE en el campo de Gibraltar, su forma de mirar la vida te permite valorar más  sus capacidades,  su pasión, su compromiso con “mi causa” hasta hacerte olvidar que no ve como todos, ve mejor. Llegó a Algeciras desde Barakaldo y es una enamorada de esta tierra. Descubre a Concha, una fuente de la que aprender….FOTOS TOMOYUKI HOTTA

 

 

Cuando la vida te da “unas cartas” determinadas hay dos opciones. Concha escogió la luminosa, la de ayudar aquellos que viven sin luz, a esas persona que no ven y como todos necesitan mirar al futuro.  Lección de vida tras lección de vida, la entrevista me sirvió para desmitificar, para entender y descubrir. Te invito a leerla y compartir mesa con una visión de la  que todos deberíamos aprender. 

 

-¿Cómo termina una chica de Barakaldo en Algeciras?

CF: Llego a Algeciras porque recibo una llamada y para promocionarme dentro de la empresa me ofrecen venir a la ciudad. No lo pensé ni dos veces y llegué a este maravilloso lugar.

-¿Qué conocías de Algeciras antes de llegar?

CF: De Algeciras sabía dónde estaba ubicado en el mapa y lo más representativo que es  Paco de Lucía. No había pasado ni cerca, pues solo tenía de referencia la música.

 

-¿Qué referencias te da la gente cuando tomas la decisión de viajar a Algeciras?

CF: Mi entorno cercano de amigos me aseguraron que me iba a gustar y que encontraría gente maravillosa. Es una ciudad muy bonita y acogedora sin dejar de lado el calor humano de las personas.-¿Cómo fue tu infancia en Barakaldo?

 

CF: No fue precisamente en Barakaldo. Por circunstancias del trabajo de mis padres, mis primeros recuerdos cuando era pequeña son en Madrid. De allí cambiamos a Galicia, luego viví mi etapa de adolescencia en un pueblito de Valladolid. Más adelante volvimos a Bilbao cuando ya tenía 17 años.

 

-¿Te gustan mucho las maletas?

CF: Desde pequeña me he acostumbrado a distintos cambios de ciudad en muy poco tiempo. Tengo muchos recuerdos de mi madre embalando las cajas, entonces por ese motivo no me cuesta andar con maleta.

-¿Cómo fue tu primer día en Algeciras?

CF: El primer momento en que arribé a Algeciras llegué de noche porque me habían avisado con poco tiempo de anticipación. De paso aproveché y me vine con media casa, pero no tenía organizado el lugar donde íbamos a vivir. Nos quedamos en un hotel y en ese momento no tenía mucha visión de cómo era la ciudad. Lo primero que me enseñaron fue la Plaza Alta y me gustó mucho por ser diferente y especial. Yo siempre vaya a donde vaya o haga lo que haga le pongo mucha energía. 

-¿Y el primer mes?

CF: Fue increíble. Llegas a un centro (ONCE) donde habrá muchísimas actividades culturales por hacer. Afortunadamente conocí un montón de gente en muy poco tiempo.

-¿Qué te llamó la atención del algecireño?

CF: La primera impresión que tengo es la cercanía de la gente porque te abren las puertas. Tenía muchos amigos en Andalucía pero de Algeciras concretamente muy pocos. Me sentí muy arropada por la hospitalidad. 

-Tu primera feria…

CF: Fue maravillosa. Tuvimos una experiencia previa pero en la feria de Jerez. Yo estaba acostumbrada a la feria de Sevilla la cual es un estilo completamente diferente. En Algeciras el primer año organizamos una comida de feria en muy pocos días y fue una experiencia fantástica, me gustó mucho.

-¿Cómo se presenta la feria 2017?

CF: Este año mi feria empezará el martes porque en ese fin de semana celebraremos los 50 años de mis padres. El resto de días los aprovecharé a pesar de que me perderé la coronación y demás actos importantes. Me encanta Andalucía y sus vestuarios típicos. 

-¿Qué haces cuando vas a la feria?

CF: Procuro visitar todas las casetas que pueda. Siempre arrancamos con esa comida para gente de ONCE, donde tenemos un montón de amigos y compañeros. Luego diferentes compromisos  con algunas asociaciones y personas. También disfrutamos de los momentos de intimidad con los amigos que vienen a visitarme. En realidad pasamos por muchas casetas tradicionales en la feria.

 

-Llegas el martes, ¿Cuántos días vas a la feria?

CF: Todos. (Risas). Siempre después del trabajo aunque las relaciones de la feria se pueden mantener en distintos ámbitos, lo considero como trabajo, pero lo hago con todo el cariño del mundo. Voy todos los días que puedo. 

-Desde que llegaste a ocupar tu puesto en Algeciras, ¿es un cargo sin medida o ya planeabas lo que podría ocurrir?

CF: Tenemos cargos de confianza y responsabilidad. Cada cuatro años renuevas o te cambian de destino. Aunque, personalmente, me gustaría seguir en Algeciras, estaría encantada. La primera legislatura me dio la oportunidad de tener muy buenas relaciones, las he mantenido e incluso consolidado. Espero continuar, pero depende de muchos factores.

-¿Qué funciones realizas como directora de la ONCE?

CF: Llevamos todo el Campo de Gibraltar desde Algeciras. Tenemos ubicaciones en Ceuta y La Línea. Para aspectos de cupón y tema de venta, se gestiona desde Cádiz. En Algeciras se coordina todo el tema de las personas afiliadas. 

-En un día normal, ¿qué tienes que hacer?

CF: Si hay un día que permanezco en mi despacho, no me lo puedo ni creer. Siempre hay cosas por hacer. Tenemos un equipo de maestros que atiende a los chavales porque anteriormente teníamos que ir hasta el colegio de la ONCE. Había 5 o 6 colegios en toda España. Hoy en día los niños llevan sus actividades con sus padres o en el colegio que escojan. Tenemos contacto directo con nuestros afiliados y con las instituciones que nos colaboran. Siempre estamos pendientes de todos ellos.

-¿Quién necesita más afiliados de la ONCE?

CF: Depende de la edad. Si eres crío, tu adaptación a los puestos de estudio será en los centros de apoyo con los profesores. La instructora es quien da terminologías y demás responsabilidades, el técnico en orientación es el encargado de orientarlos por todos los centros de estudio, la profesora de apoyo pone todo el material que les haga falta y lo más importante es que ellos no se sientan diferentes en los entornos escolares. El material es distinto y tenemos que hacer entender a las demás clases que hay niños con una discapacidad visual. Con esto no queremos llamar la atención, pues buscamos que su vida educativa se desarrolle normalmente. Trabajamos para que el niño se sienta súper integrado y acompañado de sus amigos. 

-Cuéntame un poco más acerca de los niños…

CF: Los padres son sumamente importantes para los niños porque es complicado asimilar que tu hijo tenga un problema de visión. Muchas veces sufren más los padres que los niños y te lo digo porque yo entré a la ONCE siendo adolescente.Además, en mi familia mi padre, mi abuela y bisabuelo eran ciegos. Es verdad que es muy duro que un padre reciba este tipo de noticias, por ello también reciben un acompañamiento especial porque lo necesitan. Una de las cosas que me llamó la atención de una de las primeras escuelas de padres fue cuando una de las madres mencionó que tenía un problema similar al de su hijo. En medio de la conversación me dijo que al verme, tenía la esperanza de que su hijo fuera feliz. Mi hija estaba cerca y se conmovió al escucharla. 

Al final los niños son como esponjas que absorben todo lo que tú les enseñes. El hecho de que tengas un problema de visión no significa que te vayan a dar todo tan fácil, tienes que luchar por tus cosas. Cuando pasan a la etapa de adolescencia, surgen los complejos a causa de estas enfermedades los animamos mucho al tema del deporte, los apoyamos, les generas hábitos de vida, el teatro, etc…

-¿Cómo afectan este tipo de situaciones (de personas con discapacidad visual) a su vida?

CF: Eso depende de cada persona. Hay unos que se quedan dentro, otros que intentamos sacarlos afuera. No tenemos que verlos diferentes porque somos personas con un problema de visión y punto. Puedes tener muchas alegrías al igual que las personas que ven. Yo uso menos el bastón porque siempre tengo el brazo de alguien. Hay que ser afortunado por el hecho de tener personas dispuestas a ayudarte. La vida es igual para todo mundo: ríes, lloras, te emocionas, engordas o adelgazas… Es así de simple. 

-¿Hay ocasiones en las qué puedes olvidar tu falta de visión?

CF: En ocasiones olvido cuando me doy un golpe (risas). Yo llevo viendo mal desde muy jovencita, me vine a dar cuenta cuando entraba a las discotecas. En aquella época estábamos en Valladolid y allí hay mucha tradición de bodegas en las afueras de los pueblos, eran sitios oscuros, imagínate…

No sabía que la enfermedad fuera genética pero al final te vas adaptando. Muy pocos recuerdos tengo de ver bien. “Soy una bala perdida que se choca con las cosas”. El ordenador me habla cuando me hace falta hacer alguna cosa. En casa soy un bicho porque hago todas mis cosas.

-¿Te han ayudado las nuevas tecnologías?

CF: Mucho, es una barbaridad lo que me han ayudado. Te pongo el ejemplo de algecirasalminuto.com porque pensábamos que toda la vida los periódicos iban a ser impresos. La tecnología es una maravilla porque nos ha abierto el mundo. Hoy en día puedes hacer casi todo con el móvil: tus transacciones bancarias, hacer tus compras online, consultar información al instante… Tienes todo el mundo en tus manos. En ciudades que no conoces te va diciendo las tiendas o restaurantes que tienes cerca. Shiri es un cielo, te manda hasta los mail con sólo decírselo. 

-¿Cómo ha sido tu historia personal llevando esta enfermedad?

CF: He tratado de vivir mi vida con mucha intensidad. No pierdo el tiempo en cosas negativas, siempre pienso en positivo. Soy una mujer muy segura de sí misma, entonces cuando me divorcié sentí la ausencia de mi hija porque estaba con su padre. Pensaba que sería de mí, si me quedaría sola por el resto de la vida. La vida sola es más difícil y sientes un poco de inseguridad, pero fueron sólo unos días…

-¿Qué consejo le darías a las personas que pierden su visión?

CF: Primero, que vengan a la ONCE. Hay gente que pierde su visión y no lo sabe asimilar de la mejor manera. Si la gente va y se dejan apoyar y asesorar, podremos hacer un vínculo más cercano para brindar toda la ayuda posible.

-¿Qué van a encontrar en la ONCE?

CF: Todo lo que necesiten. Tenemos una psicóloga experta en tratar estos temas. La última vez que le pedí un consejo es porque me perdía en los baños de los sitios. A mí me enseñaron a moverme en ese tipo de espacios pequeños, a identificar los elementos del lugar. Si no puedes, lleva un pañuelo de un tono muy fuerte, lo pones en la manija de la puerta y seguramente identificarás ese color vivo. Eso te da mucha más seguridad. Ves la vida con mucha más fortaleza. A veces te dan más seguridad los elementos que te ayudan a orientar como la barandilla de las escaleras porque te da mucha más información para poderte mover.

En la calle es mucho más complicado porque todo se mueve al mismo tiempo. Tú sabes que tienes tu discapacidad visual pero a veces el que te está mirando no lo entiende. Por otro lado, a veces la gente no te entiende ni supone que puedas necesitar ayuda para cruzar una calle. Siempre procuro llevar mi bastón para que las personas no juzguen mi condición.

 Hemos tenido una actividad importante en la semana de la ONCE que fue un túnel sensitivo. Adaptamos un espacio dentro de la oficina generando una situación donde tenían que ubicarse en un espacio sin luz. Son casi 80 años de la ONCE dando información sobre este padecimiento pero noto que falta informar mucho más a las personas sobre el tema. 

-¿La sociedad es consiente con las personas con discapacidad visual?

CF: Sí y no. Si no tienes algo que te identifique, los demás no podrían notar que tienes un problema de visión. Es complicado pero a la vez la gente está mucho más concienciada al respecto. De hecho hay negocios que ya se han adaptado pues regulan los niveles de luz, no ponen escalones a la entrada… Sin embargo es complicado porque hasta ahora las ciudades se están comenzando a adaptar. Uno de los espacios más complicados es el centro y más precisamente la Calle Ancha. Encuentras tiendas, terrazas, carteles publicitarios, árboles, banquillos. Nos gustaría que en la calle haya solo lo necesario para no tener este tipo de dificultades para movilizarnos.

 Muchas personas se pueden beneficiar de adecuar mejor los espacios de las ciudades como los adultos mayores, mamás o papás con bebés que se verán beneficiados con todas las normas de accesibilidad para todos. 

-¿Cuántos afiliados tiene la ONCE en el Campo de Gibraltar?

CF: En este momento, calculo que hay 753 afiliados pero opino que debería haber muchos más. 

-¿Cómo ha sido tu vida amorosa?

CF: A veces las personas somos muy egoístas. En ocasiones dudas en tener una relación por el simple hecho de tener una discapacidad, a pesar de que nosotros tengamos nuestra parte independiente. Yo he tenido mucha suerte y he podido encontrar dos hombres importantes para mi vida. Ellos son: el padre de mi hija y mi pareja actual. Hay gente que no encuentra el amor nunca.

 

 

-Cuéntame sobre el aspecto cultural de la ONCE

CF: En Algeciras llevamos 30 años con el grupo de teatro. Anteriormente la obra se dividía en diferentes actores  en lenguaje braille. Ellos interpretaban el tema central de la obra mediante este lenguaje, ahora directamente actuamos. Tenemos una fantástica directora (Carmen Díaz) y saca lo mejor de ella y lo mejor de cada uno de nosotros. Ella nos enseñó a corregir muchísimas posturas, movernos en los espacios, orientarnos, ponernos rectos, relacionarnos con otras personas, perder el pánico escénico, no hablar tan rápido, vocalizar. Se ha corregido bastante gracias a ella.

-¿Qué anecdotario de “belleza inesperada”  tienes de tu vida?

CF: De mi padre y mi madre heredé perder la visión de a poco. A mi padre lo operaron de cataratas y recuperó algo de visión, no mucho. Le dijo una frase a mi madre que me ha marcado muchísimo “hay que ver qué guapa sigues siendo”. Algo parecido nos pasó a mi hermana y a mí…

-¿Cómo te ves en el futuro?

CF: Seguir como estoy. Tengo un trabajo y una vida maravillosa. Espero tener un kilo de menos (risas). A veces me agobiaba más aumentar de peso que perder la visión. 

-¿Existen esperanzas en la ciencia para recuperar la visión?

CF: Existen muchas. Además porque están haciendo muchos estudios genéticos en México y Estados Unidos. Pensamos que en algunos años nos pueden ayudar. Yo conocí el caso de un señor que quedó ciego a causa de un golpe. Hoy en día te puedes quedar ciego por un accidente de coche o moto. Actualmente hay un avance genético mucho más notorio. 

 

-¿Qué pueden hacer los ciudadanos del común para ayudar a la ONCE y a las personas ciegas?

CF: La compra del cupón es una gran ayuda para los niños y padres de la ONCE. Es importante que los chavales puedan crecer e interactuar normalmente con su familia. Nosotros desarrollamos bastantes actividades durante todo el año. Lo más importante es la interacción con nosotros y que conozcan la manera como ayudamos. Realizamos la semana de la ONCE donde personas se ponen en nuestro lugar mediante actividades vivenciales.

-¿Cómo es el Ayuntamiento de Algeciras respecto a la ONCE?

CF: Tenemos muy buena relación con ellos. El alcalde José Ignacio Landaluce habló con cada uno de nosotros. Durante un evento se encargó de llevarnos del atril a la mesa para hacer nuestra intervención. Me pareció una persona muy cercana al igual que su equipo de Gobierno. De hecho me llevo muy bien con todos ellos, pues colaboran mucho con la ONCE. Una de las personas más cercanas en este proceso ha sido Pilar Pintor.

-¿Qué tipo de música escuchas?

CF: Mientras sea buena, la música me gusta toda. El reggaetón no me hace mucha gracia (risas). En las mañanas no me da tiempo de escuchar música por todo lo que debo hacer. Me gusta el rock, pop, tecno, el flamenco. Si me preguntaras por una cantante sería Madonna (Risas). 

-¿Con qué frase te identificarías?

CF: “La discapacidad es la capacidad de ser extraordinariamente capaz”. No sé quien la ha dicho pero me identifico mucho con ella.                  

No sólo conocía Puro Estrecho, “este lugar es una joya, vengo mucho con mi novio”. Tomamos tartar de atún y un arroz negro  “de vicio”. Nos acompañó en la mesa Carmen, su directora de teatro, esa tarde representaban una obra de época. 

 

Concha tiene la vitalidad y el nervio de un adolescente, el criterio de un experimentado ejecutivo y la fuerza de un emprendedor. Tiene más de 700 afiliados, más de 700 historias a las que entrega su tiempo todos los días, un ejemplo, lo dicho, una lección de vida.

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