Día del Celador, una labor indispensable y poco reconocida dentro de la sanidad pública

«Nos hacen falta muchos cursos de formación, trabajos con experiencia y mientras no cumplas esos requisitos no entras ni en los baremos de las listas para que te llamen»

Sus funciones vienen recogidas en un estatuto de 1971, aun en vigor, pero totalmente obsoletas y sexistas

 

En el Día del Celador y de la Celadora, que se celebra este sábado, día 5 de noviembre, CSIF reclama un mayor reconocimiento social y profesional para un colectivo indispensable para el buen funcionamiento de la sanidad pública, en cualquier proceso asistencial, a pesar de no ser tan visible como otras categorías profesionales como médicos y enfermería. Los celadores son los encargados del traslado y movilización de usuarios y pacientes, documentación y materiales en centros sanitarios, y han de estar presentes en cualquier proceso asistencial.   

Es por ello que desde el sindicato abanderan una serie de reivindicaciones históricas para dignificar la labor de estos profesionales, que en la provincia de Cádiz suman 886 trabajadores tanto en hospitales como en Atención Primaria (datos del SAS del segundo trimestre de 2022). La escasez de personal, siendo los celadores una de las categorías que más ha sufrido la precariedad y los recortes en los últimos años, solo podrá reducirse con una política de estabilidad mediante una oferta de empleo acorde a las necesidades reales de las plantillas de celadores.

Un oficio que va más allá de saber trasladar a un paciente en camilla

«Primero hace falta una formación, después unas prácticas y un tiempo trabajado mínimo de prueba. Normalmente son dos meses los que se requieren para que puedas optar a entrar en una bolsa de trabajo», explica Adolfo, celador de la categoría de conductor con más de 20 años de experiencia.

En cuanto a mejoras, el colectivo de celadores viene reclamando, y que CSIF secunda, la reclasificación y revisión de sus competencias y la creación de un Módulo de Grado Medio de Formación Profesional, dentro de la familia profesional sanitaria. Desde CSIF se recuerda que las funciones de los celadores vienen recogidas en el artículo 14, del Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social del año 1971. Después de más de 50 años, estas funciones, como es de suponer, se encuentran desfasadas y obsoletas. Además, tal y como denunció CSIF ante la Junta en marzo de este año y, posteriormente ante el Defensor del Pueblo Andaluz, en mayo, estas funciones son discriminatorias y sexistas, sin corresponderse con la realidad ni con la necesidad asistencial en los centros del SAS.

«La categoría de celadores ahora mismo solo queda para funciones hospitalarias. En los centros de salud de atencion primaria o en urgencias, todos los que tenemos hoy en día plaza, somos celadores conductores. Existe una especialidad y requiere una cualificación que los de los hospitales no la tienen», explica Adolfo, que ha pasado por múltiples centros hospitalarios de la comarca y que a día de hoy trabaja en el centro de salúd de Tarifa.

Para CSIF, también es necesario el reconocimiento de títulos académicos relacionados con el desempeño de la labor de los celadores, tanto para la Bolsa Única de Empleo del SAS como para las Ofertas de Empleo Público venideras, siendo la única categoría profesional del sistema sanitario público andaluz que no puede baremar estas titulaciones, a pesar de la implicación de la figura del celador en múltiples tareas asistenciales, documentales y administrativas.

«Hace muchos años que se perdió lo de que el celador es el que te lleva en camilla. Realizamos muchos cursos de formación, tanto presenciales como online, que van desde el conocimiento del material sanitario hasta el trato personal con el paciente», añade Alfredo. 

El colectivo también reivindica la mejora en la evaluación de puestos de trabajo según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, tanto por el incremento de las cargas, como por los riesgos de seguridad y biológicos, en una profesión con una de las mayores tasas de lesiones músculo-esqueléticas y que precisa de herramientas de trabajo ergonómicas que faciliten la prevención de este tipo de daños.

Por supuesto, CSIF exige un mejor reparto de incentivos y complementos que reconozca la penosidad asociada con las labores de esta categoría profesional. Por ello, la Central Sindical solicita un salario digno y unos complementos menos discriminatorios, especialmente en lo referente a la Carrera Profesional.

Desde este portal, damos las gracias a todos los celadores y celadoras de la sanidad pública por su labor que, aun estando en segundo plano y fuera de foco, permite la calidad asistencial que la ciudadanía se merece.

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