Una gala en el Cinema Alcázar de la ciudad marroquí abre un recorrido por los cines de África.
Por segundo año el Festival de Cine Africano de Tarifa y Tánger ha inaugurado su nueva edición en la ciudad del continente vecino, en su orilla marroquí. El Cinema Alcázar, un edificio icónico de la época del Protectorado Español en la ciudad marroquí, ha acogido una gala en la que ha colaborado el Instituto Cervantes de Tánger, con el apoyo de la Embajada de España en Marruecos, FRS y el Ayuntamiento de Tánger, y que ha estado presidida por el alcalde de Tarifa y la vice-présidenta del Conseil communal de Tanger.
El alcalde de Tarifa, Jose Antonio Santos Perea y la vice-présidente au Conseil communal de Tanger, Nafissa Mchich Alami, se han dado encuentro en una ceremonia en la que se ha hablado en español y dariya, y a la que ha dado la bienvenida el público, en plena calle, el ensemble Dakka Marrakchia de Tánger con su música popular bereber. A la cita no han faltado Asunción Pastor, coordinadora general del Instituto Cervantes de Tánger y Eloísa Vaello, jefa del Departamento de Cooperación y Promoción Cultural de la AECID, entre otros invitados españoles y marroquíes, como el Concejal de Cultura de Tarifa, Nacho Trujillo.
Asimismo, la 21 edición del FCAT cuenta con el patrocinio del Parlamento Europeo, un importante reconocimiento que se otorga cada año a un número limitado de eventos en Europa como forma de prestar su “apoyo moral” a un número “escogido de eventos de calidad organizados sin ánimo de lucro, que revisten una clara dimensión europea”.
La artista tangerina Mouna Diaj, acompañada por la guitarra de Mounir Tkako y el cajón de Hicham Alouan, ha sido la maestra de ceremonias de una gala que ha contado con la actuación de la bailarina tarifeña María Calera.
Tanto en Tánger, tras la gala inaugural, como en la orilla tarifeña, se ha proyectado la película de apertura del FCAT 2024, Banel & Adama, de la guionista y realizadora franco-senegalesa Ramata-Toulaye Sy, rodada en lengua fula. La directora ha explicado a los espectadores a través de un video que esta es la historia de dos jóvenes “que se aman perdidamente, pero que se enfrentan a la oposición de sus familia y que harán todo lo posible por llegar hasta el final y poder vivir su amor en paz”.
Ramata-Toulaye Sy ha calificado su película como una tragedia inspirada en las grandes del género como Racine, Lady Macbeth o Fedra, y que, en realidad, esta es la historia de una mujer, Banel, “una Julieta que se vuelve Lady Macbeth para reivindicar su libertad y encontrar su individualidad sin rechazar la comunidad en la que vive”. Por último, la directora ha contado que este es un papel escrito “para todas las mujeres africanas”.