La Guardia Civil, en colaboración con Europol, en el marco de la operación PROPER, ha desmantelado una conocida organización criminal dedicada principalmente a introducir por toda Europa grandes cantidades de cocaína procedente de Sudamérica. En la operación se han realizado 21 registros domiciliarios en las provincias de Cádiz, Málaga, Madrid, Barcelona y Toledo, se ha procedido a la detención de 17 personas, entre ellos los principales miembros de la organización, y la citación en calidad de investigados de 20 personas más.
Durante el transcurso de la investigación se ha conseguido atribuir a la organización numerosas aprehensiones de drogas en diferentes países europeos, sumando casi 10.000 kilos de cocaína y 10.000 kilos de hachís, destacando las 2 toneladas de cocaína incautadas en el puerto de Algeciras en enero de 2022.
Hasta el momento se ha procedido al embargo preventivo de 25 vehículos y 22 fincas inmuebles con un valor aproximado de más de 4.200.000 euros, así como el bloqueo de las cuentas/productos de 14 personas físicas y 30 sociedades.
La operación se inició en septiembre de 2021 cuando los agentes detectaron a un grupo de personas que estaban preparando la introducción de una gran cantidad de cocaína oculta en un contenedor a través del Puerto de Algeciras. Este hecho se confirmó en enero de 2022, cuando se incautaron en el Puerto dos toneladas de cocaína ocultas en un contenedor procedente de Guayaquil (Ecuador), que transportaba merluza congelada. Gracias a esta intervención, se pudo demostrar que los responsables de la droga eran los integrantes de una organización que estaba siendo investigada.
A partir de ese momento, los investigadores han realizado un laborioso trabajo para identificar y localizar a los miembros de la organización, así como determinar cuál era su posición en la estructura jerárquica, incluidos sus líderes. En ese proceso, se ha descubierto que la organización es la responsable de otros intentos de introducir cocaína que fueron aprehendidos por cuerpos policiales en otros países europeos. De esta manera, se ha podido vincular a la organización numerosas actuaciones que reflejan la gran capacidad que tenía para introducir grandes cantidades de cocaína a través de los principales puertos europeos en los dos últimos años en Italia, Bélgica, Grecia, Portugal, Países Bajos o España.
En total, casi 10.000 Kilos de cocaína incautados y treinta y nueve detenidos en toda Europa en todo este tiempo y que se suman a las detenciones realizadas durante la explotación de esta operación. A estos números hay que sumar otros 10.000 Kilos de hachís incautados en Portugal, que no estaban destinadas a ser distribuidas como es habitual, si no que el objetivo era sustituir cada kilo de hachís procedente de Marruecos por un kilo de cocaína en Sudamérica.
Kilo-kilo
Esta práctica, poco habitual y conocida como kilo-kilo, es propia de potentes organizaciones criminales que tienen la suficiente infraestructura para mover grandes cantidades de droga entre Sudamérica y Europa. Se trata de un negocio perfecto, en el que dos organizaciones acuerdan cambiar hachís por cocaína, aprovechándose mutuamente del bajo precio de cada producto en origen (el hachís en Europa y la cocaína en Sudamérica) y del elevado precio de venta en destino.
El Clan Farruku
Es un clan compuesto principalmente por personas de origen albanés con vínculos familiares la mayor parte de ellos. Llevaban varios años asentados en España, principalmente en Madrid y la Costa del Sol, a los que le constan numerosos antecedentes, incluido el asesinato, y requisitorias en varios países europeos. Este es el caso de su líder, Kreshnik Budlla, alias “Niko”, quien cuenta con varias requisitorias y que actualmente se encuentra huido de la justicia.
Este grupo familiar de albaneses ocupaban las posiciones más altas en la estructura jerárquica de la organización y eran los responsables de dirigir y coordinar las operaciones de narcotráfico. Para ello, participaban personalmente para supervisar las actividades más delicadas, como puede ser la extracción de la droga de los contenedores marítimos o su transporte a los lugares de seguridad de la organización.
La principal fortaleza con la que contaba la organización era la gran capacidad logística que tenían para realizar estas operaciones por todo el mundo. En el caso de España, tal y como la Guarda Civil ha constatado a lo largo de la operación, contaban con una infraestructura compuesta por españoles, alguno de ellos empresarios o de profesiones liberales, que les daban cobertura y apoyo para facilitar la introducción de la droga en España. Este apoyo iba desde el alquiler de vehículos y naves para ocultar la droga, hasta la creación y uso de empresas para facilitar la importación de la mercancía legal donde iba oculta la droga.
Todo ello era posible gracias a una importante red de contactos y colaboraciones con otras organizaciones criminales. Durante la investigación, los agentes han confirmado reuniones entre los principales dirigentes del Clan e importantes miembros de la mafia calabresa.
Sin embargo, estas alianzas no siempre han reportado resultados positivos. Cuando se incautaron las dos toneladas de cocaína en enero del año pasado en Algeciras, un miembro de este Clan albanés, Ergys Dashi, fue asesinado al día siguiente por dos individuos que le dispararon mientras cenaba en un restaurante de Guayaquil, ciudad de donde partió la mercancía con la droga. Según la información obtenida, este hecho está directamente relacionado con la pérdida de la droga en el Puerto de Algeciras, puesto que Ergys Dashi actuaba como intermediario entre las Organizaciones Criminales europeas y los capos de la droga en América Latina.
Uso de identidades falsas
Los jefes de este Clan disponían de pasaportes falsos de diferentes países europeos, especialmente italianos y griegos, los cuales les proporcionaban numerosas identidades ficticias que dificultaban la labor de investigación.
Caso especial era el de su líder, Kreshnik Budilla, alias “Niko”, al cual se le ha detectado más de diez identidades falsas. De esta forma, se hacía muy complicado coordinar y poner en común los hechos delictivos que las diferentes policías europeas atribuían a esta organización criminal.
A través de esta investigación se ha detectado como incluso el mismo se hacía pasar por Inspector de Policía de su país natal, con competencias en investigación dentro de toda la Unión Europea. Dicha tarjeta y placa policial, se ha podido intervenir en el registro realizado en su domicilio de Madrid.
Así mismo, durante la operación se han accedido a fotografías en las que Kreshnik Budilla usaba uniformes de la Guardia Civil para sus desplazamientos en vehículo dentro del territorio español, evitando así ser identificado y posteriormente detenido por las requisitorias internacionales que pesaban sobre él.
La investigación ha sido llevada a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Algeciras, apoyados en la explotación por su Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y Núcleo de Servicios.
El dispositivo ha contado con la participación de más de 250 agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil, entre ellas la Unidad Especial de Intervención (UEI), el Grupo de Acción Rápida (GAR), el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN), el Servicio Cinológico y las Comandancias de Málaga, Madrid, Barcelona y Toledo.
En este sentido, hay que destacar que ha sido necesaria una gran labor de coordinación con numerosas unidades de Guardia Civil de toda España y otros cuerpos policiales europeos. De esta forma, ha sido crucial la labor de Europol, que ha apoyado desde el primer momento una investigación catalogada como “de especial importancia” por la Agencia Europea. Para ello, se ha intercambiado un volumen elevado de información y ha sido necesario mantener varias reuniones de coordinación organizadas en su sede en La Haya (Países Bajos), en las que han participado cuerpos policiales de Italia, Bélgica, Portugal y Grecia, junto a los investigadores de la Guardia Civil de Algeciras.
Finalizada esta primera fase de explotación, los agentes continúan con la investigación, centrándose en el análisis económico y patrimonial de los principales miembros de la Organización, así como de sus sociedades, para determinar la comisión de otros delitos, entre ellos el de blanqueo de capitales.
La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción núm. 4 de Algeciras y coordinada por la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar.