Hace poco el último taller de relojería cerró sus puertas. El pequeño taller de Joaquín Muñoz daba por finalizado el servicio a Tarifa y como nos contaba su mujer, Elvira ¨…hace veinte años que se tenía que haber jubilado, que ya tiene 85 años¨.
Hemos ido a su casa para que nos cuente, para que nos hable de su vida como relojero, de la Tarifa que él vivó en otra época lejos del turismo que ahora la devora y de la Rondalla, porque además de domar al tiempo en sus pequeños arreglos, también tocaba la guitarra.
Mientras nos sentamos en el el sofá del salón de su casa y esperamos que Joaquín nos acompañe, Elvira Guerrero, su mujer desde hace cincuenta años, nos enseña unas fotos. La Rondalla, el taller, Joaquín en el Miramar con un decorado a su espalda totalmente distinto al actual y mucha ternura en su mirada mientras me cuenta quién es quién en cada foto.
Joaquín se acerca lentamente, ayudado por sus maletas y bromeando acerca de su ¨parálisis¨ como él mismo la describe. Es un rasgo suyo, al igual que estar siempre bromeando. ¨…todos venían a buscarlo, porque era un bromista y siempre estaba riendo¨ cuenta Elvira.
Le pregunto por sus inicios en el arreglo de relojes y entornando los ojos, sonríe y me habla de ¨..un relojero y un platero tenían su local cerca de mi casa y yo me bajaba a mirar y a entretenerme con ellos y da ahí partió la afición¨. En ese taller, empezó a trabajar como aprendiz, nos contaba, hasta que se montó uno pequeño unos años después en la azotea de su casa y finalmente se trasladó al que actualmente todos conocen en Tarifa.
Es curioso como se le cambia la expresión de la cara mientras explica, por ejemplo el funcionamiento de un reloj de muñeca que se cargaba por el movimiento de la mano al andar y ¨…si eras uno que no te movías mucho, se paraba el reloj¨. Porque Joaquín, ha vivido mucho y muchas cosas y recordarlas le hace sonreír, como cuando nos contaba que había tenido un grupo de música llamado los ¨Tres más tres¨, porque eran seis los integrantes o como iban a dar serenata bajo los balcones por las calles de Tarifa, ¨…de las cosas más bonitas que había era dar serenata. Íbamos siete u ocho de la Rondalla¨.
Hablamos de esa otra Tarifa, la que ni soñaba ser lugar de culto de deportes de deslizamiento y turismo. La que estaba rodeada de cuarteles militares y donde el motor industrial eran ¨…las 13 conserveras, la fabrica de jerséis y todos esos soldados que por la tarde salían a la calle¨ y que tomaban el pueblo en sus ratos de permiso, ¨ los soldados eran buenos clientes, porque siempre se les partían mucho los relojes¨
Con un taller de relojería ha sacado adelante a sus tres hijos, nos dice Elvira con orgullo y lleva razón. Joaquín es de esas personas que nunca se rindió ante nada. Que hizo todo lo que le que quiso sin dejar que una minusvalía infantil lo frenase y que disfruta riendo y viendo a los que están a su alrededor sonreír.
Mañana en nuestro programa ¨Tarifeando¨ de TarifaalminutoTV, Alberto Dinolla, en la sección del recuerdo, lo tiene de protagonista, porque Joaquín Muñoz, no solo recuperaba el tiempo para los relojes que arreglaba, si no que es parte de nuestro tiempo en la historia de Tarifa.
3 comentarios
En efecto Joaquín forma parte de la historia de Tarifa. Buen artesano y mejor persona. De casta le viene al galgo. Grandes recuerdos de su familia y la amistad con mi padre. Merecido descanso en tu actividad. Que te vaya bien Joaquín y felicidades
Muchísimas gracias Augusto, un abrazo
Eres el mejor Relojero del mundo 🌎 y como persona el mejor de lo mejor Tu amiga Rosi