El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha eludido la polémica en torno al obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, acusado de abusos sexuales, en un discurso en el que sí ha defendido la presunción de inocencia en este tipo de casos.
Zornoza no ha acudido a la Asamblea Plenaria de los obispos españoles, pese a que teóricamente sí podría haberlo hecho al seguir en activo. El Vaticano todavía no ha aceptado su renuncia y Argüello apuntó el lunes tras verse con el papa León XIV a una salida inminente, a falta de que la Santa Sede decidiese cómo y cuándo tendría lugar.
El presidente de la Conferencia Episcopal ha evitado un día después citar a Zornoza en un largo discurso ante la asamblea y ha vuelto a abogar por un equilibrio entre el derecho y la «libertad» de las víctimas a presentar denuncia con la presunción de inocencia de los investigados.
«Lo que hemos vivido en estas últimas semanas con la aparición de denuncias de casos de abusos aviva en nosotros el deseo de seguir impulsando todo esto desde el doble principio de la presunción de inocencia, que queremos respetar y que se respete para todos los ciudadanos, también para los miembros de la Iglesia», ha explicado Argüello.

El prelado ha planteado que, en caso de que los hechos en cuestión pudiesen haber prescrito en el ámbito civil, las autoridades eclesiásticas están abiertas a recibir denuncias sobre «cualquier caso que necesite ser investigado». Todo ello, ha agregado, «para discernir si realmente prevalece la inocencia que está presupuesta para todos o la denuncia tiene fuerza para seguir adelante ya en un procedimiento jurídico canónico».
El Vaticano ya ha ordenado una investigación previa en el Tribunal de La Rota Romana —dependiente de la Nunciatura Apostólica en España— para decidir si abre un proceso canónico contra Zornoza por unos hechos que se remontarían a su etapa de rector del Seminario de Getafe en la década de los noventa del siglo pasado.
La Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR) ha lamentado que la Iglesia ponga «a la misma altura» a la víctima y al «presunto pederasta», teniendo en cuenta que en este caso el Vaticano ya ha iniciado pesquisas y, por tanto, «hay indicios de verosimilitud».
El portavoz de ANIR, Juan Cuatrecasas, cree que es «una ofensa más dentro de la larga colección de ofensas que está cometiendo la Conferencia Episcopal Española con las víctimas de pederastia eclesiástica» y, en declaraciones a EFE, ha puesto en duda la voluntad de esta institución para «cambiar de actitud» a corto plazo.
De la «relación singular» con el franquismo al nuevo disco de Rosalía
Por otro lado, Argüello ha deslizado en su discurso críticas a la ley de memoria democrática, en la que ve un «instrumento de polarización ideológica». Con vistas a la conmemoración en 2028 de los 50 años de Constitución, ha planteado que «estos próximos tres años deberían ser de ‘purificación de la memoria'», sin «sesgos ideológicos».
Sobre la «relación singular» de la Iglesia con el franquismo, el máximo responsable de los obispos españoles ha aludido a un tránsito desde la «adhesión» al régimen al «distanciamiento crítico» Según Argüello, los 50 años transcurridos desde la muerte del dictador Francisco Franco y la proclamación de Juan Carlos I como Rey marcan «el final de una etapa y el comienzo de otra en la sociedad española y también en la Iglesia y sus relaciones con el Estado».
El presidente de la CEE ha precisado que en la España actual «lo católico está de moda», fruto de lo que ha venido a denominar como un «giro catolico» en el que ha incluido el último disco de Rosalía, ‘Lux’. Así, ha señalado que la «moda» se ha reflejado en «expresiones artísticas» como «un disco de una extraordinaria cantante española, inspirado además en las lecturas de Simone Weil».















