Publicamos hace tres días una noticia que, cuanto menos, sobrecogió a todo un pueblo al leerla, haciendo evidente un problema local de vivienda, que ya lleva muchos años haciendo destrozos entre las clases medias y bajas de Tarifa.
Hoy, tras unos días de incertidumbre, intranquilidad en el hogar, y búsqueda de soluciones, hemos sabido que la familia con tres hijos menores que iba a ser desalojada (a causa de una cláusula de su contrato de arrendamiento que le permitía quedarse julio y agosto si pagaba una mensualidad mayor, a lo que la mediadora del alquiler ya no le daba opción), siguen en la vivienda mientras se gestionan por ambas partes una solución al asunto.
La familia ha acudido a un asesor legal, el cual le ha ayudado con la redacción de una misiva destinada a la propietaria, donde citan una serie de motivos legales en base a la LAU (Ley de Arrendamiento Urbano), además de los motivos obvios de necesidad de vivienda que esta familia tiene.
En estos días, tras vencer el plazo que le daba la parte mediadora del arrendamiento para abandonar la casa, la familia continúa con los trámites de negociación con la propiedad y está a la espera de una pronta respuesta por su parte. Hemos sabido que hay buena fe por ambas partes para llegar a un acuerdo que a todos favorezca, y eso es lo que deseamos encarecidamente.
El problema de la vivienda en Tarifa es evidente, pero además, en estos casos y en muchos otros igual que éste, llega a ser cruel.
