«El mayor enemigo del PP en Andalucía se llama Mariano Rajoy»

TCAM-EL PUERTO DE SANTA MARÍA/José Contreras – María José Romero.

Ignacio García hace referencia en esta segunda parte de su entrevista a Canal de Noticias Andalucía, a temas como la campaña anticorrupción del PP en su intento por gobernar en Andalucía, o el debate sobre la monarquía española. García tiene palabras también para Canal Sur televisión, de la que asegura hay que disminuir y controlar la externalización.

Usted es además diputado por Cádiz, y se ha caracterizado por una denuncia activa del proceso de desindustrialización que sufre la provincia, de la sangría de puestos de trabajo. Siempre somos noticia en el  tema del desempleo ¿de qué le puede servir a la provincia IU esté en un pacto de Gobierno?

Entre otras cosas esperemos que sirva para que a través del Consejo de Gobierno se influya también en la política económica, industrial, y en la política de gestión del suelo. Creemos que en este momento lo principal que puede tener la Bahía de Cádiz en concreto y la provincia en general es el suelo disponible. Hay que poner suelo barato, incluso en algún momento ante determinados proyectos no cabría descartar el coste cero para incentivar la instalación de empresas.

Hay suelo. Hay suelo aquí mismo, pero ese suelo ha sido objeto de mucha especulación, está siendo muchas veces retenido por inversores que pueden permitirse el lujo de retenerlo, o que lo pretenden poner en el mercado en unas condiciones que éste no absorbe.

Hay que terminar con esta práctica y sobre todo hay que introducir elementos de reversión. Es decir, yo a usted le ayudo, le planteo un proyecto determinado y si en equis años usted no lo hace, el suelo revierte en las mismas condiciones al Patrimonio Público. Eso es lo que no se ha hecho y es un gran problema.

Con independencia de eso, hay que sumergirse en la realidad, que nos lleva a que de los ingresos de la Junta de Andalucía, aproximadamente un 80 por ciento dependen en este momento del Estado. Es decir, que el margen de maniobras que tiene Andalucía es muy escaso porque se reduce a los tramos autonómicos, a determinados impuestos, a los propios tributos que tú puedas implantar, y poco más. El 80 por ciento llega del Gobierno central y ya sabemos el que tenemos, por tanto creo que una responsabilidad importantísima de los recortes que pueda hacer la Junta –con independencia de que siempre puedan ser juzgados en función de la prioridad-, viene del recorte del Gobierno central.

¿El pacto o el acuerdo al que lleguen tendrá algún efecto colateral en los municipios donde el PP gobierna gracias a algún posicionamiento de IU y no muy entendidos por la sociedad? ¿Podría reconsiderarse esos pactos locales a raíz de un gran pacto de gobierno en Andalucía?

Se olvida usted de una cosa importante.  En treinta municipios de Andalucía gobiernan juntos PSOE y PP, cosa de la que no se suele hablar. Uno de ellos, de los más significativos en la localidad de Carmona (Sevilla), donde el PP tiene la alcaldía gracias al apoyo pasivo del PSOE, cuando la podía tener Izquierda Unida.

Entonces…

Entonces, no está ese asunto en la cesta de la negociación. Eso es algo que debe tener un tratamiento fundamentalmente político pero que en principio no está en la negociación, ni condiciona los futuros acuerdos de gobierno. Hay que darse cuenta de que sin que yo en ningún momento me ponga de defensor  de determinado tipo de acuerdos, las realidades en cada población son muy diferentes y el globalizar todo eso y tomar decisiones en estas circunstancias, podría ser un tapón difícil de resolver.

«No creo que Andalucía esté intervenida»

¿Qué curioso que algún diputado hable de intervención de Andalucía? Algo de lo que se ha hablado en la última hora, ¿qué le parece a usted?

No es bueno lo que está ocurriendo, porque en este mercado lamentablemente gestionado por eso que llamamos “los mercados”, valga la redundancia, que no son entes democráticos ni nada, tiene mucha importancia la imagen. Y el señor Montoro (ministro de Hacienda) y otros, están atacando de manera permanente –yo creo que sin mucha razón, muchas veces y sin muchos datos- las cuentas de Andalucía. Hay Comunidades Autónomas como Valencia, Madrid o Galicia, que tienen una deuda muy superior y no se habla de ellas. Sin embargo, se habla de Andalucía y yo creo que no se dan cuenta de que Andalucía es el 20 por ciento del Estado español, es incluso más grande que Portugal y que muchos Estados de la Unión Europea. Al atacar a Andalucía se está atacando a España y la imagen del país. Y como he dicho hay un problema, y es que no creo que Andalucía esté intervenida pero el Estado tiene un excesivo margen de maniobra en la financiación de esta comunidad. De hecho, podría ocurrir como pasará con los ayuntamientos, que de ese ochenta, noventa por ciento de ingresos que vienen del Estado, pues por razones equis le quiten una parte, con lo cual el margen de maniobra es terrible.

Creo que una de las primeras cuestiones que en el ámbito estatal hay que acometer y de manera inmediata es un nuevo sistema de financiación, porque este consideramos que perjudica bastante a Andalucía.

El discurso de la corrupción de la agresiva campaña del PP en Andalucía no parece que le haya dado mucho rédito, parece que no se tomó en cuenta en las filas del PP lo que pasó con Camps, a quien el PSOE atacó hasta la saciedad y ganó por mayoría absoluta. En este caso el PP parece que ha llevado una política de acoso y derribo contra el PSOE y eso le puede haber pasado factura. ¿Qué opinión tiene de los resultados?

Yo creo que la corrupción sí preocupa a la gente, nadie acepta que haya corrupción como es lógico en un representante público, ni en un miembro de una institución. Es inaceptable. El problema es que a la gente hoy tiene muchas preocupaciones, y la primera empieza a ser la alimentación.

Me contaban el otro día en Jerez que una mujer había visto a sus hijos pelearse por el último yogurt que quedaba en la nevera. Usted cree que en una situación de este tipo, a la gente le preocupa más o menos la corrupción, o le preocupa tener que comer mañana. .. Yo creo que ese ha sido un poco el gran error del PP.

Es cierto que hay muchas cosas que limpiar en la Junta de Andalucía, pero enfocar o focalizar una campaña en torno a eso, no entrando a debate en temas realmente importantes, pues al final lo que la gente percibía era lo que está ocurriendo en Madrid: “Este Partido Popular de alguna manera miente, este  Partido Popular no dice lo que va a hacer, o va a hacer lo que no está diciendo”. El mayor enemigo en este caso del Partido Popular en los resultados de Andalucía se llama Mariano Rajoy y se llama Gobierno central. Y eso es lo que ha hecho perder las elecciones al PP, el que no tenía credibilidad sus promesas, sus compromisos, porque se parecían mucho a los de Rajoy que está haciendo todo lo contrario.

Sobre el modelo de Canal Sur, ¿va a cambiar? Porque a ustedes no les gusta…

Quiero aclarar una cosa. Creemos firmemente en una televisión pública en Andalucía. Creemos que tiene que haberla, podemos entrar a debatir si con una o dos emisoras, que creo que por el tamaño de Andalucía pueden perfectamente ser dos, siempre y cuando se gestionen bien y se les de rentabilidad. Creo incluso que al estilo de Televisión Española, podría distinguirse entre una y otra ya que creo que a los canales de Canal Sur les falta personalidad expresa. Hay que hacer que una sea más popular, más asequible con mayor dosis de entretenimiento, y otra con un mayor contenido cultural, formativo, político, con debate, que además también podría ser un canal de participación de la sociedad andaluza.   

Por lo tanto, que quede claro que creemos en el modelo de televisión o medios de comunicación públicos. A partir de ahí hay muchas cosas que mejorar. No nos gustan muchos de los contenidos de Canal Sur, nos parece incluso que esta cadena contribuye en cierta manera a dar una imagen distorsionada de la realidad andaluza cayendo en el tópico permanente.

Y también nos preocupa mucho, y habrá que profundizar en el tema e incluso limpiar una externalización excesiva de la producción. Muchas veces pensamos que están realizadas con criterios poco claros. No voy a decir, cero, cero, cero de externalización, pero si se contrata fuera, habrá que ver por qué se contrata fuera con determinadas productoras, y sobre todo habrá que ver los resultados de esos programas que no produces tú y que produce otra gente. Si desde luego vas afuera tendrás que garantizar un producto de calidad, con una audiencia mínima y sobre todo algún tipo de rentabilidad. Pero gastar por gastar y en las cantidades que al parecer se gastan, me parece que es de las cosas que hay que cambiar.

Usted estaba ayer presente en la mesa, cerca, cuando se produce el juramento de su compañero Sánchez Gordillo (alcalde de Marinaleda- IU). Hubo caras, hubo sonrisas, hubo preocupación, ¿qué opinión le merece lo que pasó ayer con el juramento de su compañero?

Primero no juró, prometió. De hecho  toda Izquierda Unida prometió por nuestro carácter laico y aconfesional, que no excluye el que haya personas creyentes por supuesto en IU, pero yo eso lo consideraría una anécdota, que no tiene más importancia. Todos conocemos a la persona de Juan Manuel Sánchez Gordillo con sus defectos y sus muchos valores, y ha sido fiel un poco a esa persona. Pero yo no le daría más importancia. Creo incluso que muchas veces el acto de jurar o prometer en la toma de posesión en el Parlamento y está siendo un poco frío. Yo también me equivoqué de hecho a la hora de prometer, porque fui el primero que lo hizo y en lugar de limitarme a responder “Sí, prometo”, había un papel con la fórmula completa y lo leí completo y es ya la tercera vez que prometo, pero bueno al ser el primero supongo que impone un poco, por tanto, una anécdota más.

«Estamos dispuestos a mantener unas relaciones con la Iglesia católica desde el respeto»

Parece que hay una cierta inquietud en el entorno empresarial, en la CEA, con eso de que haya un gobierno de izquierdas y que Izquierda Unida tenga un papel relevante en determinadas políticas económicas.

Yo diría que ésa es la parte de la CEA de la cual el PP es el brazo político. Hay una preocupación absolutamente injustificada. Creo que nuestro programa es, no voy a decir perfectamente compatible con la iniciativa empresarial, pero cuenta con esta iniciativa y con favorecerla en todo lo posible, respetando por supuesto los derechos laborales, el medio ambiente y la lucha contra la especulación. A partir de ahí, cualquier iniciativa es bienvenida, pero además, Izquierda Unida tiene experiencia de gobiernos, Izquierda Unida ha gobernado en el País Vasco, en Asturias, en Baleares, en Cataluña y ha gobernado por ejemplo en Conil (Cádiz). En esta localidad además hay un pujante sector turístico, con un modelo propio, donde también es importante la pesca, y también en Puerto Real (Cádiz) donde durante mucho tiempo ha gobernado Izquierda Unida. Naturalmente hemos cometido errores pero hemos tenido también muchos aciertos, como todo el mundo. Cuando ha habido errores han sido convenientemente castigados por las urnas y pagamos nuestras responsabilidades. Me parece que ese es un miedo artificial y que pretende ponerse al servicio del proyecto acariciado por el Partido Popular de llegar a esa especie de gran coalición de los grandes partidos, que pensamos que eso sí que no conduciría a nada y que sería como alguien dijo una vez “claudicar ante el pensamiento único”.

¿Qué relaciones hay con la Iglesia y el Patrimonio Cultural que existe en Andalucía?

El Patrimonio Cultural que existe en Andalucía está ligado en una gran parte a la Iglesia católica, y creo que habría que llegar a cualquier tipo de acuerdo para poner ese patrimonio en la medida de lo posible, – y dentro del respeto a su función-, a disposición del disfrute de los andaluces y andaluzas en primer lugar, y también como elemento de riqueza en el sentido en que es un atractivo para el turismo y por tanto tiene que contribuir a eso.

Las relaciones con la Iglesia… nosotros somos aconfesionales, creemos en el Estado laico, creemos que todavía el Estado español no es lo aconfesional que reconoce la Constitución, y estamos dispuestos a mantener unas relaciones con la Iglesia católica desde el respeto y la igualdad, pero sabiendo que no pueden pretender imponer ni su moral ni sus costumbres ni influir en las leyes como parece que a veces pretender influir y por supuesto, estamos dispuestos a exigir en todo momento el respeto de la Iglesia católica primero a otras confesiones que también existen, pero sobre todo a los derechos humanos. Nos parece que no se pueden tolerar determinadas afirmaciones y comportamientos que se hacen con ciertos colectivos importantes que van desde la mujer –en términos generales- hasta el colectivo LGTB. Me parece que cuando la sociedad ha avanzado en derechos humanos y en tolerancia al nivel que se ha llegado, no se puede permitir que una institución de esa importancia, no lo haga y además pretenda obtener privilegios.

Marruecos, ¿Qué relaciones debe tener Andalucía con Marruecos? ¿Debe tener su propia política de relaciones con los vecinos?

Evidentemente con los vecinos hay que tener buenas relaciones, además porque estamos forzados por cuestiones comerciales, económicas y de proximidad. Tengo claro una cosa, hay que distinguir entre el pueblo marroquí, que es un pueblo hermano, y las autoridades marroquíes. Creo que todavía Marruecos adolece de un déficit democrático importante, y la figura del Rey marroquí tiene unos poderes que no se corresponde por mucho que lo quieran disfrazar, con los de un Estado democrático, y en la medida de lo posible desde el respeto, se debería contribuir desde Andalucía a esa normalización de la democracia en Marruecos. Y también hay que exigir a Marruecos repito, y también el máximo respeto a los derechos humanos entre los cuales está por ejemplo la libertad de expresión, el máximo respeto a la legalidad internacional y esto lo digo por lo que supone su conculcación en todo lo que tiene que ver tanto en cuestión de derechos humanos como en legalidad internacional con el pueblo saharaui. Marruecos no es potencia administradora del territorio que era español, del Sáhara, y está actuando como tal; y eso entendemos que no se debe permitir, y que las instancias internacionales lo deben combatir.

Ignacio García en la redacción de CNA

 

El Rey, ya ha pedido disculpas. Cuatro segundos, once palabras, ¿suficiente?

Usted cree que con cuatro segundos y once palabras se puede intentar tapar y decir “aquí no ha pasado nada”, ante una situación como esta donde se está pidiendo a los españoles continuamente apretarse el cinturón… Yo creo que esto es consustancial, una incongruencia que supone mantener esta forma del Estado. Yo creo que progresivamente se va a afianzando la idea de que hay que abrir un debate sobre si un Estado moderno  como el español necesita una institución como la Monarquía, que a la larga lo que supone es que la figura del Jefe del Estado –con toda su importancia-, simplemente sea hereditaria y que haya una familia con una serie de privilegios que están sin controlar y que además parece que no los están usando adecuadamente.

Por tanto, aprovechando la próxima, probable, abdicación del Rey o relevo del Rey, no hay que abandonar este debate. Creo que este debate está pendiente, no me sirve que esté recogido en la Constitución, porque ésta era un paquete conjunto donde lo tomabas todo o dejabas, y claro, estaba en juego la democracia, un modelo de Estado determinado, de modelo de las autonomías, estaba en juego controlar al Ejército, muchas cosas, y en ese momento se acepta lo que hay. Eso no significa que sea perpetuo y que el debate se haya terminado.

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