Además de agentes españoles, en este dispositivo participan efectivos de otros 15 estados miembros (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía), ha informado la policía en un comunicado.
El año pasado se realizaron 2.371.244 inspecciones fronterizas de viajeros así como 546.362 de vehículos
El fin principal de esta operación es controlar los flujos migratorios irregulares procedentes de África con destino a algún estado miembro de la Unión Europea, haciendo así frente a retos de la inmigración ilegal y a posibles amenazas futuras en dichas fronteras.
También tiene como objetivo contribuir en la lucha contra la delincuencia con dimensión transfronteriza en cualquiera de sus manifestaciones, con especial atención a la actividad de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de personas y trata de seres humanos, al tráfico ilícito de drogas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas, al tráfico ilícito de armas pequeñas o ligeras o al tráfico ilícito de vehículos, entre otros.
Además, se tiene especial atención a la detección e identificación de combatientes terroristas extranjeros retornados, así como la identificación de individuos relacionados con actividades de carácter terrorista.
La captación de información durante la operación es importante para la lucha contra estas organizaciones criminales, reforzando y orientando la actividad investigadora de carácter operativo, especialmente en lo relativo al tráfico ilegal de personas, explica el comunicado.
Esta operación se enmarca dentro de las actividades operativas coordinadas por la agencia FRONTEX en la frontera marítima exterior del Mediterráneo Occidental.
Los países participantes aportarán setenta expertos en documentos falsos, entrevistadores, guías caninos, 18 expertos en primera línea del paso fronterizo, un oficial de apoyo de FRONTEX y expertos en detección de vehículos robados.