Daniel Gómez Torrejón, espíritu guerrero…

IAM/Pymestrecho Un lince, un ojo privilegiado y una pasión, hacer negocios. Sus cifras son las que son, sólo un dato, gasta 10.000 litros de gasolina al día. De origen humilde ya con 16 años trabajaba de sol a sol, con 19 tenía a su cargo una cuadrilla y una responsabilidad tal que le formó y le convirtió en lo que es hoy, un guerrero. Descubra a Daniel, a Dayta, en la primera entrevista que concede.FOTOS TOMOYUKI HOTTA

Su familia es su pilar, duerme apenas cuatro horas y trabaja 14 “trabajar es mi pasión”. Este jerezano quedó prendado del poder y las posibilidades que encontró en la Bahía de Algeciras, ahora da trabajo a casi 100 personas, posee un restaurante, gasolinera, suministra combustible a domicilio y con Dayta prepara el real de la feria de Algeciras, construye obras marítimas o abre paso con sus bulldozers a los bomberos para extinguir incendios en el campo. 

 

-Un rápido resumen de tu trayectoria:

 

D: Mi padre fue quien nos enseñó a construir, él trabajaba para una empresa a sueldo. Con 21 años comencé haciendo edificaciones (chalet)  en el puerto Santa María, Rota, Jerez, las construía  y los vendía, algo más tarde estuve 8 años fijo en Corzan y con ellos descubrí el puerto de Algeciras, vine a construir la pasarela de pasajeros de Ceuta. Pasados unos años, me compré mi primera máquina, puse un chofer pero yo seguía trabajando en Corzan.

 

Mi primera empresa, Dayta, la funde pensando en mi hijo y mi mujer. Mi mujer se llama Taby y mi hijo Daniel, de ahí viene el nombre Dayta Cuando las cosas comenzaron a mejorar, me salí de la empresa y me traje a mis hermanos. Mis tres hermanos trabajan actualmente conmigo. Son mis pilares, envidia cero y son personas ejemplares, trabajan de sol a sol y no se quejan, de hecho me riñen cuando falta carga de trabajo.Ahora tengo un grupo de gente muy buena,  he llegado a tener hasta 150 trabajadores, lo que sucede es que la mitad solo van de paso, pero ahora sí tengo un equipo formado y consolidado, son buenísimos.

-¿Cómo es tu estructura empresarial, qué negocios tienes?

 

D: La primera empresa que tuve es Dayta, lo que hace es construir, demoliciones, obras marítimas, urbanizaciones, posee una flota de máquinas y camiones. Es la que juega la Champions, está mal que yo lo diga, pero es la realidad, competimos con las grandes. Dayta nos ha permitido crecer, la llamamos “Mama Dayta” porque soy un empresario que más que amontonar el dinero me gusta invertir, hay quien se dedica a la cacería o a pescar , pues yo me dedico a invertir y a dar puestos de trabajo, es que me gusta y te lo digo sinceramente.

Más tarde compramos una gasolinera en la salida 80 de Los Barrios y se la arrendamos a Repsol, tuve muchas ofertas pero Repsol fue la seleccionada, tras esto montamos allí mismo un restaurante “La Josefa”, es el nombre de mi madre que falleció hace cuatro años, estuvimos muy tristes y en su honor llamamos al restaurante como ella y por último en La Menacha hemos montado una distribución de combustibles, son camiones cisternas que tras colocar depósitos les suministramos gasoil para sus flotas de vehículos a un precio más barato , como las botellas de agua de una oficina, pero en combustible; la empresa se ahorra unos diez céntimos por litro, para grandes flotas es un dinero importante, quien gaste 20.000 litros al mes está ahorrando 2.000 euros y la comodidad de tener el surtidor en sus instalaciones.

-Dame una cifra para entender el volumen de tu empresa.

 

 D: Nuestras empresas gastan unos 10.000 litros de gasolina al día. Hacemos muchas cosas, desde suministrar áridos desde la cantera de La Doctora, acondicionamos el terreno de la Feria de Algeciras o por ejemplo tenemos un acuerdo para los sistemas de incendio, es decir, abrimos los caminos en el monte para que los bomberos puedan meter la maquinaria y apagar el fuego, realizamos labores de mantenimiento como cortafuegos, etc… Como ves es una empresa bastante versátil. 

-¿Cuantas horas trabajas al día?

 

D: Mínimo 14 o 15, duermo sólo unas cuatro horas y trabajo, es mi pasión pero también me gusta pasarlo bien, el sábado trabajo menos pero algo hago. Yo trabajo mucho pero es mi forma de vida. Hago una media de 600 km al día, ya no cuento los kilómetros, cuento los tanques, por eso compré una gasolinera (risas).  Mi coche tiene seis años y más de 500.000 kilómetros, pero es que mi forma de vida es esa.

 

-Veo que es una empresa muy grande pero a la vez familiar, ¿cómo es tu estructura?

 

D: Mi hermano mayor es mi mano derecha, la gasolinera me la lleva mi mujer con el restaurante, mi cuñada lleva otra división y otra hermana de mi mujer me lleva la administración de Dayta. Tengo dos ingenieros y con ellos, con lo que te he nombrado somos el grupo de empuje. Otros dos hermanos míos me llevan el parque de maquinaria. Entre máquinas y camiones tendremos ahora unos 60, creo que nuestros activos pueden superar los 10 millones.

-¿Cuantos cenáis en navidad?, ¿qué es: una cena familiar o un consejo de administración? 

 

D: (Risas) Empieza diciendo que prohibido hablar de trabajo y termina en consejo de administración (risas)

-¿Cuánto personal manejas en la actualidad?

 

D: Entre todas las empresas, calculo unos 90 o 100 empleados. El 90% son del campo de Gibraltar. Para que te hagas una idea abono 150.000 euros al mes en sueldos. 

 

-Cuéntame, ¿cómo termina viviendo un jerezano aquí?

 

D: Lo hice principalmente para evitar la carga de conducir largos trayectos al día. Yo me dedico a ofertar, a visitar, conducía cerca de 500 kilómetros al día y después de eso tenía que volverme a Jerez, me he tirado 16 años así y por fin convencí a mi familia de que Papá también se hace mayor y nos mudamos.

Cuando salía de casa, todo el mundo estaba dormido, lo mismo sucedía cuando regresaba de trabajar. Salía a las 5 de la mañana y volvía a las 11 de la noche. Hemos comprado una casita en Los Barrios y queda cerca del colegio de los chicos, mis niñas están absolutamente integradas.

-¿Cómo ha cambiado tu imagen desde que llegaste por primera vez al Campo de Gibraltar?

D: El Campo de Gibraltar lo llevo en mi corazón. Ahora mismo tengo muy buenos amigos como Víctor Cosano, Paco Jurado, etc… Mi primera impresión del lugar es que era una zona de mucho trabajo, vi la Bahía de Algeciras con Refinería, La Térmica,  el puerto…era una zona con mucho potencial para el trabajo.  Antes la gente no era tan abierta, pero cuando los comencé a conocer, me di cuenta que era todo lo contrario. 

-¿Cómo fue el primer fin de semana en que sales al centro?

D: Cuando fui a beber una cerveza casi me derrumbo porque me fijé que aquí no hay una ruta, vas a un bar y punto,  después de las 12 el centro queda prácticamente muerto y yo estaba acostumbrado en Jerez a salir por horarios más extendidos e ir a rutas de tascas, de bares. 

 

 

-¿Qué echas en falta en Algeciras?

D: Echaba de menos la feria, como se vivía,  pero ahora me  gusta más porque se hace de día. Hace 10 años, la feria se hacía de noche y era bastante oscuro. De día  es mucho mejor, sales vas a tus casetas, comes y hasta cenas pero a la una de la mañana estás en casa y aciertas. 

-¿Qué te preguntan en Jerez cuando se enteran que vives en el Campo de Gibraltar?D: La primera obra que yo vine a hacer acá fue en La Línea.  Hace 15 años en La Línea, te chocaba todo el movimiento que había por Gibraltar. La imagen es la del contrabando y el tabaco. Pero, cuando estás aquí, te das cuenta que es porque está en frente de la fábrica (Risas). -¿Cómo podrías definirte como persona?

D: Lo que ves es lo que soy, no soy una persona prepotente. Llevo 16 años con empresa y no miro a nadie por lo alto del hombro, todos los días hago de jefe y de varilla si hace falta. 

-¿Cuáles son tus funciones principales?

D: Mi función principal es contratar para que las demás personas puedan trabajar. El poco tiempo que me sobra lo dedico a ir a las obras a intentar ayudar. Tengo un equipo autónomo que deciden por ellos mismos y explotan su creatividad. Yo soy de equipo pero cuando veo los problemas no me gusta esconderme y ellos cuando llega un marrón me llaman sin dudarlo.

 

 

-¿Delegas bien?

D: (Duda) Sí, cada día más por pura necesidad, confío en mi gente.

 

-¿Cómo has sorteado la crisis?

D: Antes trabajábamos 10 horas y ahora casi 14 horas, hemos trabajado más y ahorrado . En la obra civil tardó un poco más en llegar la crisis, nos fuimos adaptando, si al zapato se le hacía un boquetito, se cosía, no comprábamos otro.

 

-Si viniera otra vez la crisis, ¿cómo la afrontarías?

D: Lo primero es echarle horas al trabajo y lo segundo es saber con quién te juntas. 

 

-¿La crisis ha pasado?

D: Sí, ha pasado, pero todavía no ha roto el negocio como antes. Lo malo de esta crisis fue la duración, yo pasé la del 93 pero fue cortita, un año y medio, pero esta última han sido 9 años y en ese tiempo es difícil sortearla. Yo tenía el granero lleno y ahora puede barrerse con una escoba (risas).

-¿Que ha sido lo más difícil?

D: Mantener a los clientes y no jugar con la empresa. Tengo el mismo número de teléfono desde hace 20 años, siempre he estado ahí y eso que cada vez que suena es para tocarme las narices, pero también es verdad que luego te llega la llamada que estabas esperando, esa que te dice que has ganado un concurso o que te presenta un nuevo proyecto. 

Lo más duro es despedir, un día tuve que despedir a 20 personas y no pude dormir en días, yo soy feliz contratando y sufro mucho cuando baja la carga de trabajo.Nosotros no le hemos fallado el sueldo a nadie nunca, y lo mismo con la seguridad social, no hemos jugado con la empresa nunca. Pagamos  el día 5 y ese día es el que más disfruto, llamo a Susana varias veces hasta que me confirma que todas las transferencias están hechas. 

-¿Sabes hacer de todo en tu empresa?

D: Yo no sé muy bien cómo funcionan las máquinas, yo me dedico a hacer negocios. Me dedico a saber motivar a las personas y no darles tantos” leñazos”.

 

 -¿Cómo se compite con Florentino, FCC, Dragados…?

 

D: Por la confianza que tiene en nosotros el que licita, nuestra estructura nos permite ser más versátiles que esos gigantes, tenemos menos gastos y podemos ajustar más el precio.

-¿Ves una idiosincrasia distinta en el trabajador de la comarca?

 

D: ¿Puedo ser honesto?: aquí hay gente muy buena pero descuidan más el trabajo  que la gente de otros sitios. Ahora ya con los tiempos que hemos corrido la gente se ha enterado más de la película y eso ya no pasa. De mi equipo de gente de Algeciras me he quedado con la `cream´, tengo grandes profesionales y de plena confianza.

-¿Y por qué crees que pasaba eso?

 

D: Será por las buenas vistas que tenéis (risas).  

 

-La AGI factura 18.000 millones al año en la comarca, ¿es el motor económico o son las pymes?

D: Son la pymes, la AGI tiene mucho volumen y suma, pero las pymes son las que menean el tema, te digo más, ya todos los camiones que cargan en Hanjin o Maersk son autónomos.

 

-¿Cómo ves el futuro del campo de Gibraltar?

 

D: Nunca se va a acabar, aquí hay mucho por andar. La Bahía de Algeciras es muy potente.

-¿Tu formación académica?

 

D: Terminé el bachillerato y me puse a trabajar, ahí me formé, ya después la vida. Hay quien ha nacido para cantar, otros para ser poeta, yo he nacido para hacer negocios, para ser empresario y emprendedor. 

 

-¿Tu padre tenía esa vena emprendedora?

 

D: No. A mi padre le dieron una empresa para que estuviera a cargo. Como tal, él no era emprendedor.

 

-De quien viene el emprendimiento, ¿de tu madre?

 

D: Si. Mi madre si era una buena emprendedora y mi padre un trabajador nato. Mi madre era como yo, no conocía la palabra “NO”. ¿Qué significa? “Que tú me das en una caja una mierda y yo busco el caballo”. 

 

-Con 18 años, ¿te hubieras formado en la universidad?

 

D: Si volviera a tener esa edad, habría hecho lo mismo. Hice los estudios esenciales de bachiller y la vida

-¿A qué quisieras que se dedicaran tus hijos?

 

D: Que estudien lo que les dé la gana. Si fuera mi elección me gustaría que fueran ingenieros de caminos o algo relacionado con mi trabajo. 

 

-¿Qué quieren hacer?

 

D: Son jóvenes y aún no me han dicho que les gustaría  hacer

 

-Tu mujer se dedica al restaurante y tú a la empresa, ¿cómo concilian eso?

 

D: De hecho lo sabemos llevar muy bien. En el trabajo yo soy su jefe pero en casa ella es la jefa. Nos cuida muy bien. 

 

-¿Respirar duele en el Campo de Gibraltar?

 

D: Pueden ser días puntuales en que se sientan los olores. Cuando le meten caña a la refinería son los días más nublados.  Seguramente aquí hay un nivel un poco más alto de contaminación en comparación a Jerez. 

 

-¿Crees qué el campogibraltareño tiene una visión distinta?

 

D: He notado que en el Campo de Gibraltar pasa lo mismo que en Jerez. Todo el mundo dice que es de Cádiz cuando sale de España. Pero, si estás en el país y alguien te pregunta, respondes que eres de Algeciras. De hecho Algeciras es la ciudad más grande de la provincia después de Jerez.

 

-¿Hay tres provincias en la Provincia de Cádiz?

 

D: Si. La verdad le he cogido un cariño muy especial al Campo de Gibraltar y a su gente porque me han tratado muy bien desde el minuto uno

 

-¿Cómo conociste este restaurante?

 

D: A este restaurante me trajo un grupo de personas de Algeciras cuando lo inauguraron. Me lo recomendaron porque es bonito y queda en El Faro. El nombre es bastante imponente, le hace justicia.De hecho, he traído gente de Madrid por temas de negocios y se han quedado flipados. Desde acá, África se ve muy bonito y parece que lo pudieras tomar con la mano.

 

-¿Presumes del Campo de Gibraltar?

 

D: Ahora mismo me molesta si escucho cosas malas del Campo de Gibraltar.

 

-¿Cómo te has adaptado a las nuevas tecnologías?  

 

D: Eso me lo han enseñado los técnicos que tengo. El equipo de ingenieros  son personas que van por delante de mí, tienen 20 años menos que yo. 

-¿Cómo se ve tu imagen online?

 

D: Quiero intentar mover mis empresas un poco más por medio de este canal de información.  No tenemos ahora mismo una web de grupo pero tenerla sería muy interesante. Ese es el futuro y el que no se “agarre” de la fibra, la está “cagando”. 

 

-Una obra importante que hagas, ¿la documentas a nivel fotográfico?

 

D: Lo documento pero con mi móvil. Lo malo es que las fotos te duran lo que te dura el móvil. Antes era más bonito porque ibas, las revelabas y las podías ver. Cuando al año se acabe, se lleva todo. Puede que las suba a la nube, lo malo es que no las bajo. (Risas). 

 

-Con 19 años llegó tu primer gran reto, ¿cuál fue?

 

D: Un tío me pidió que me encargara de un proyecto de 700 metros cuadrados y era para un empresario grande del Campo. Ese día nos fuimos para Alicante, me enseñó todos los planos, me dijo dónde íbamos a comprar todos los materiales y el teléfono al que me tenía que comunicar, era un Motorola de los antiguos.

Todo me lo explicó en una tarde. A la mañana siguiente salimos para Alicante y durante el almuerzo me dio todas las explicaciones que necesitaba para terminar el proyecto. Después me llevó a la pensión de una mujer y allí fue donde dormí. Quedó en venir al día siguiente pero regresó casi a los 7 meses. (Risas). Cuando llegaba a la pensión lloraba de la misma tensión que me producía la obra. Eso marcó mi vida y fue mi universidad, esa responsabilidad con esa edad, estando al cargo de un equipo de gente mucho mayor que yo me hizo click en la cabeza.

 

-¿Qué hiciste después?    

D: Ya luego me encargué de un par de obras en el Puerto, Rota, Santa María…

 

-¿Tenías alguna idea sobre albañilería?

 

D: Mi padre nos llevaba a trabajar en los veranos a la obra. Con mis hermanos nos peleábamos por quién lo iba a acompañar porque nos pagaba 500 pesetas y con eso le echábamos gasolina a la moto y teníamos para unas cervezasCon 16 años me llevó a Calahonda a una obra. Como en ese verano no había cumplido aún esa edad, mi padre no pudo sacarme el carnet de pago.

Sin embargo, yo le dije a mi padre que yo no regresaría a Jerez. Mi padre encontró una solución y yo trabajaba desde las 10 hasta las 4 de la mañana. Un día mi padre me recogió en su coche y me lleva a Jerez porque en ese mes no había descansado un solo día y no me quejé. Yo me considero un guerrero.    

 

Lo había visto varias veces en Puro Estrecho, serio, formal…una vez que nos sentamos todo fue fácil, tras la entrevista tomamos una copa con la grabadora apagada por más de dos horas, mucho que aprender de una persona que no sólo disfruta con lo que hace, sino que sencillamente tiene tal seguridad que no conoce la palabra NO, nos irían de perlas una docena como él, casi 100 familias viven gracias a su forma de entender la vida. 

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