La opinión “A borbotones” publicada en otro diario, parece molesta ante un hecho difícil de negar: Tarifa vivió uno de los eventos gastronómicos más exitosos de los últimos años. Y cuando algo funciona tan bien, a veces el problema no está en el evento… sino en la incomodidad que genera verlo triunfar.
Estuve allí y tras leerte, pensé que si de verdad analizamos lo ocurrido, la pregunta que deberíamos hacernos no es “¿Qué falló?”, sino “¿Qué te molesta?”.
Y ahí empiezan las respuestas que explican mejor que ninguna crítica lo que este evento representa.
¿Qué te molesta?
¿Que los restauradores de Tarifa —precisamente ellos, que deberían competir entre sí— hayan sido capaces de unir fuerzas para elevar la gastronomía local? Algo casi inédito, sobre todo en un año sin Ruta del Atún.
¿Que nuestros cocineros hayan rescatado recetas tradicionales, cuidándolas como quien protege un tesoro, para formar un auténtico joyero gastronómico tarifeño?
¿Que esas recetas se hayan ofrecido a tres euros, gracias a la colaboración de la Cofradía de Pescadores y empresas como Atún Rojo Rojo, TarifaTuna, TarifaMare o JC Mackintosh… permitiendo que residentes y turistas disfrutaran de calidad excepcional a precio popular?
¿Que AFITA recaudara dinero con unos chicharrones de atún 100 % solidarios y 100 % transparentes… y que, además, los agotara?
¿Que, por primera vez, se organizara un evento gastronómico pensado para los tarifeños, con descuentos específicos para ellos, alrededor de un producto tan identitario como nuestro atún rojo?
¿Qué te molesta?
¿Que el Mercado de Abastos recibiera la mayor visibilidad gastronómica de su historia reciente, beneficiando directamente a todos sus comerciantes sin exigirles inversión alguna? ¿Qué por primera vez fueran reconocidos y premiados?
¿Que el Ayuntamiento demostrara que una gestión público–privada eficaz puede lograr un gran evento sin poner un euro sobre la mesa?
¿Que el año en que no se pudo celebrar la XII Ruta del Atún, Tarifa consiguiera igualmente colocar su producto estrella en el centro del mapa gastronómico?
¿Que residentes, visitantes y familias enteras disfrutaran de un ambiente memorable, con flamenco gratuito, alegría y platos sobresalientes?
¿Que un turista —el tipo de turismo que todos decimos desear— probara las albóndigas de atún de Mariana González o el atún en tomate de Paco Moya y no entendiera ese memorable sabor a ese precio…su cara de felicidad habló mejor que cualquier crítica o elogio?
¿Qué te molesta?
¿Que el Mercado se engalanara para celebrar sus 190 años?
¿Que la Tarifeña brillara con su Cajilla y su Solete Repsol, y que todos pudiéramos presumir de ello en la Gala?
¿Que representantes de PP y PSOE coincidieran en valorar positivamente un evento que solo busca poner en el lugar que merece a nuestra cocina y a quienes la hacen posible?
Porque al final, la única conclusión honesta es evidente: **Lo que molesta no es el evento.Molesta su éxito.**
Un éxito que suma voluntades donde algunos preferirían divisiones.
Un éxito que construye mientras otros se dedican a señalar.
Un éxito que demuestra que Tarifa, cuando quiere, puede.
Y eso, para algunos, es difícil de digerir. Pero para el resto de Tarifa —la que trabaja, la que coopera, la que disfruta, la que presume de lo suyo— es una bocanada de orgullo. Una que, afortunadamente, seguirá llegando… sí, a borbotones.
