Los Verdes de Europa-Tarifa, manifiestan que la Junta Rectora y fundamentalmente el Director y Presidente del Parque Natural del Estrecho siguen sin entender lo que significa PREVENCIÓN y PROTECCIÓN, al seguir apoyando el paso a un turismo insostenible, de masas, dentro de un Parque Natural. De nada nos sirven estas figuras que se denominan “conservadores” de la naturaleza si no actúan acorde a su mandato cumpliendo con un comportamiento de responsabilidad para con toda la sociedad dedicándose a la prevención y protección de nuestra biodiversidad. De que sirve guardar las apariencias con una supuesta “participación ciudadana” basada fundamentalmente en una decisión tomada de antemano, en nuestra opinión, manipulada y dirigida por la mayoría que compone la así denominada “Junta Rectora” comprometidos a no discrepar de la voluntad política de turno. Es tiempo de sobrellevar este tipo de “compromisos” asumiendo las atribuciones y facultades para con la prevención y protección del Parque Natural y ejercitarla, actuando correctamente, con moral y ética.
Urge un debate público de los proyectos mostrando sus “pros” y sus “contras” con objetividad. Hasta la fecha vemos que los ecologistas y otros pocos, en minoría, dentro de dicha Junta Rectora se sienten discriminados ante un frente de una administración que sigue reacia a toda crítica, cuando solo con ésta se puede ir avanzando y cuidando los intereses de toda la ciudadanía. Es por ello que todavía existen lamentablemente , lo que podemos denominar “dos frentes” abiertos que deberían ser superados con urgencia por el bien de nuestra biodiversidad y de toda la sociedad.
La portavoz del grupo Rosmarie Hennecke manifiesta que este proyecto vestido de “verde, multidisciplinar y carácter medioambiental, militar y turístico-cultural”, cuyo título en definitiva no dice nada, queriendo decir mucho para poder “vender” mejor, es otro más a la galería de tantos que se han vendido, por el mero hecho de enorgullecer y enriquecer a quien sabe quien o quienes, con dinero público. Ya son varios edificios los que una vez construidos y obtenida la subvención correspondiente, no son mantenidos como corresponde y pasarán a ser en algún momento símbolo de “pésimas decisiones políticas” ( Observatorio Cazalla, Centro de Interpretación de Cetáceos, CIMA Centro de Migración de aves en Punta Camorro, etc) si no se actúa correctamente y bajo la legalidad correspondiente. Este tipo de infraestructuras se encuentran actualmente infrautilizados, con problemas tanto administrativos como de conservación y ésto debe solventarse. Deberían servir para promover puestos de trabajos. En mis épocas de coordinadora del grupo de conservación de “Cigüeña Negra” (COCN), he vivido la situación de la concesión demanial de las baterías del Camorro, similar a lo que ahora se pretende nuevamente en Paloma Alta, y que, dicho de paso, vencerá en junio 2025. La concesión demanial se otorga a una administración pública, y en el caso “Camorro” no realizó bajo esta premisa legal, pero como vemos, allí quedó el tema, como tantas veces en absoluto silencio. Parecería ser que esta vez, se pretende la vía legal, ya que se espera el visto bueno de la Junta de Andalucía como administración pública y, si los políticos de turno son propensos a este tipo de reliquias bélicas, como lo es la Fundación Conde de Gazola, éste escollo quedaría solventado a costa de la pérdida de nuestra biodiversidad.
El grupo verde vuelve a indicar que como grupo que proviene de un movimiento pacifista no puede ni quiere apoyar estas iniciativas que entienden como inadecuadas y fuera de los intereses para conformar un mundo mejor. Si la Asociación Gazorla quiere mantener en memoria unos misiles y cañones históricos, dicen, lo puede hacer de otra forma, sin destruir con infraestructuras pomposas y atrayendo a miles de turistas a un lugar como Punta Paloma que de por sí, es un lugar cuya legalidad urbanística sigue siendo un dilema, y, donde supuestos responsables políticos vieron su lucro sin tener presente y/o sin prevenir que la fuerza de la naturaleza es más poderosa que sus pésimas decisiones sin visión de futuro. En este caso, la duna de Valdevaqueros nos está demostrando su poder y esto, desde hace años. Años en los cuales se va deglutiendo dinero público, que pagamos la ciudadanía.